La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad —quien por delegación presidencial ejerce como embajadora en Israel— aseguró el miércoles que siente amenazada su vida y la del personal diplomático ante la escalada de la guerra con Hamás, y cuestionó a la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, por no dar paso a un plan emergente para su salida.
La vicepresidenta declaró vía telemática desde Israel ante una comisión legislativa que investiga las declaraciones del secretario de la Administración, Félix Wong, quien afirmó en una entrevista, semanas atrás, que el presidente Daniel Noboa recibió la denuncia de empresarios que acusaron a Abad de recibir dinero, supuestamente solicitado a nombre del entonces candidato presidencial. Wong no presentó pruebas.
“Temo por mi vida”, dijo Abad, desde Israel, en donde se encuentra desde diciembre del año pasado, por orden del presidente Noboa.
La funcionaria también aseveró que “he tenido el rechazo de una canciller a firmar un plan de contingencia” que, sobre la base de un acuerdo con Chipre, permitiría junto al cuerpo diplomático “movilizarnos a ese país en caso de emergencia y de guerra inminente”, manifestó Abad.
La vicepresidenta agregó que en Chipre existen refugios en los que ella y el cuerpo diplomático ecuatoriano se podrían resguardar, sin embargo, “hemos recibido una negativa constante de la cancillería. Hace cinco meses que queremos su autorización para poder salir”, dijo. “Como no voy a sentir temor a mi vida”, insistió.
Abad recalcó que no cuenta con personal de seguridad y que se le ha negado también el derecho a sus vacaciones.
Aunque ni la embajada ecuatoriana ni su personal en Israel han sido directamente afectados por los enfrentamientos, en un comunicado anterior, la vicepresidencia informó que el 19 de julio un ataque con dron a un edificio cercano a la embajada ecuatoriana en Tel Aviv dejó un muerto y varios heridos en una zona aledaña.
La relación entre el presidente y la vicepresidenta está fracturada desde la campaña electoral sin que los motivos estén claros. Noboa la ha tildado de “desleal”, mientras Abad asegura que el gobierno de Noboa buscan presionarla para que renuncie.
Sobre las acusaciones de Wong, quien se excusó de asistir a la comisión legislativa, la funcionaria aseveró que “jamás he manejado recursos de campaña para mi supuesto beneficio”, y dijo que se trata de “una pieza más de los ataques agresivos” que ha recibido de Noboa y su gabinete, a los que calificó de “misoginia”. Agregó que presentará una acción legal por “violencia política” sin dar más detalles al respecto.
Al finalizar la comparecencia de casi dos horas, el presidente de la comisión legislativa, Jaime Moreno, manifestó que incluirá en el informe final un pedido al gobierno para garantizar la seguridad de Abad. “Como estado ecuatoriano no podemos permitir que nuestra vicepresidenta, más allá de las diferencias políticas y de los supuestos cargos que se le han imputado, esté en riesgo”.
A mediados de junio la Asamblea negó la autorización solicitada por una jueza para enjuiciar penalmente a Abad, que tiene fuero de corte, y a quien la Fiscalía pidió vincular en una investigación que involucra a su hijo en un caso en el que se lo acusa de solicitar dinero a una persona cambio de darle un cargo en la vicepresidencia.
Según la Constitución de Ecuador, la vicepresidenta debe suceder al presidente en caso de ausencia temporal o definitiva.
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