El barco de carga impulsado por viento más grande del mundo, Anemos, ha iniciado su primer viaje transatlántico, marcando un hito significativo en la descarbonización del transporte marítimo. Este innovador barco, encargado por la compañía francesa de transporte a vela TransOceanic Wind Transport (TOWT), zarpó a principios de este mes desde Concarneau, en la región de Bretaña, al sur de Francia, con destino a Nueva York, Estados Unidos.
Un diseño avanzado al servicio del medio ambiente
Con 81 metros de eslora, Anemos es el primero de su clase en la historia moderna, combinando tecnología avanzada de navegación a vela con el objetivo de reducir significativamente las emisiones de carbono en el transporte marítimo mundial. Este diseño innovador no solo representa una mejora técnica, sino que también simboliza un compromiso firme con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
Construcción y pruebas en el mar
Construido por Piriou, Anemos es el resultado de más de dos años de meticulosos esfuerzos en diseño y construcción. El nombre del barco proviene del griego antiguo, donde «anemos» significa «viento». Recientemente, el barco completó sus pruebas en el mar, demostrando sus capacidades en condiciones reales. La tecnología de vela utilizada proviene del desarrollo en la navegación de competición oceánica, permitiendo al barco aprovechar el viento de manera eficiente y minimizando su huella de carbono. La construcción del casco comenzó en los astilleros de Piriou en Rumania, antes de ser trasladado a Concarneau, Francia, para el equipamiento final.
Primera escala comercial en el puerto de Haropa
Tras completar sus pruebas, Anemos realizó su primera escala comercial en el puerto de Haropa, en Le Havre, el puerto base designado del barco. Aquí, se cargó con su primer cargamento comercial, marcando el comienzo de su vida operativa. Este evento es un hito clave tanto para TOWT como para la industria marítima en general, ya que señala la transición del barco de la fase de construcción y prueba a la de servicio activo.
Rutas transatlánticas y destinos estratégicos
En su viaje inaugural, Anemos no se limita a navegar hacia Nueva York. Su ruta transatlántica incluye escalas en Santa Marta, Colombia, Vitoria, Brasil, y Quebec, Canadá. Estos destinos han sido estratégicamente seleccionados para optimizar la capacidad de carga del barco y demostrar su versatilidad en el servicio a diferentes mercados. Este viaje es una demostración significativa de cómo las técnicas de navegación tradicionales pueden adaptarse a la logística moderna y las cadenas de suministro, ofreciendo una alternativa sostenible al transporte marítimo convencional.
Revolucionando el transporte marítimo
Anemos ha sido aclamado como «el barco de carga a vela más grande del mundo», un título que subraya su importancia en la búsqueda de la descarbonización del transporte marítimo global. Equipado con tecnología de navegación de vanguardia, el barco reduce significativamente la necesidad de combustibles fósiles, lo que se traduce en una reducción proyectada del 95% en las emisiones de CO2 en comparación con los buques portacontenedores tradicionales. Esta innovación no solo se trata del tamaño, sino de revolucionar la forma en que se transportan mercancías a través de los océanos, con un impacto ambiental mínimo.
Una flota de barcos de carga a vela
Anemos es el primero de ocho barcos gemelos encargados por TOWT, todos diseñados para seguir sus pasos ecológicos. El siguiente en la línea, Artemis, está actualmente en construcción en Ho Chi Minh City, Vietnam, y pronto se unirá a Anemos en la creciente flota de TOWT. A principios de este año, TOWT amplió su pedido con Piriou, encargando seis embarcaciones adicionales que se espera que se entreguen entre 2026 y 2027. Estos veleros de la clase Phoenix están destinados a mejorar aún más la capacidad de TOWT para proporcionar soluciones de transporte de bajo carbono a escala global.
Reducción de la huella de carbono
Con la flota completa en operación, TOWT anticipa una reducción sustancial en las emisiones de CO2, con la posibilidad de ahorrar alrededor de 40.000 toneladas de CO2 anualmente. Esto se logra mediante el transporte de aproximadamente 200.000 toneladas de mercancías a lo largo del mundo, con cada viaje contribuyendo a una disminución significativa en la intensidad de carbono del transporte marítimo. Anemos, con su capacidad de carga de hasta 1.000 toneladas, se espera que logre una intensidad de carbono de solo dos gramos por tonelada-kilómetro, una fracción de la de un buque portacontenedores sub-Panamax.
Certificación innovadora de carga
Además de sus beneficios ambientales, Anemos ofrece una propuesta de valor única a sus clientes: una certificación especial de transporte de bajo carbono. La carga transportada a bordo de Anemos será acompañada por una etiqueta dirigida al consumidor en su empaque, con el número de viaje impreso en ella. Esta certificación es un testimonio de la sostenibilidad del proceso de transporte, proporcionando a los consumidores una prueba tangible de su contribución a la reducción de emisiones de carbono. También sirve como una herramienta de marketing para las empresas comprometidas con prácticas responsables con el medio ambiente.
Carga de alto valor a bordo
El viaje inaugural de Anemos transporta 1.000 toneladas de carga de alto valor con destino a Nueva York. Entre los primeros clientes se encuentran los importadores de café Belco y Café William, que están trasladando varios miles de toneladas de su suministro desde América del Sur. Además, el conglomerado francés de coñac y champán Martell Mumm Perrier Jouët está utilizando el barco para transportar algunos de sus productos premium. Las condiciones únicas a bordo de un velero, incluida la exposición al movimiento del barco y al aire del mar, se cree que tienen propiedades de envejecimiento distintivas para las bebidas alcohólicas, lo que hace que este modo de transporte sea particularmente atractivo para los productores de vino y licores.
Un futuro verde para el transporte marítimo
El lanzamiento de Anemos marca un paso adelante hacia un futuro más verde para la industria marítima. Mientras el mundo busca maneras de reducir su dependencia de los combustibles fósiles, el éxito de Anemos podría inspirar a otras compañías a considerar el viento como una fuente viable de energía para el transporte de mercancías a larga distancia. Este barco no solo transporta carga, sino que también lleva la esperanza de un futuro en el que el transporte marítimo sea más respetuoso con el medio ambiente, contribuyendo significativamente a la lucha global contra el cambio climático.
Imágenes vía: x.com/TOWindTransport