La parcial azul vive horas difíciles por cuenta de la triste historia del barrista bogotano que solicitó la muerte asistida, luego de que adquiriera una bacteria en una piscina de Melgar (Tolima) que le complico su estado de salud.
(Vea también: A hincha de Millonarios no le harán eutanasia en el Hospital San Ignacio; EPS tiene que ver)
El diagnóstico de cáncer en la sangre terminó de impulsar la determinación de Acosta, quien recibirá la eutanasia este viernes 30 de agosto, de no querer sufrir más los fuertes dolores en su cuerpo por el cúmulo de enfermedades que lo aquejan.
El hincha de Millonarios tiene una hija llamada María Valentina, de 12 años, quien ya se despidió de él con emotivas palabras y aceptando su determinación. Justamente, una de las mayores preocupaciones de Acosta era dejar a su primogénita creciendo sola.
Aunque se conoció que la niña se quedará con la hermana y los papás de Acosta, no había certeza sobre algunas condiciones económicas y de respaldo a Valentina, como sus estudios escolares y universitarios, ya que su familia no es acomodada financieramente.
Por ese motivo, su hermana y uno de sus mejores amigos, en alianza con las emisoras musicales de Caracol Radio (Los40, Bésame, Tropicana y Radioacktiva), crearon un fondo en el que recibirán donaciones de dinero para pagar la educación superior de María Valentina y garantizarle algo de tranquilidad en estos momentos complicados.
Quienes deseen aportar dinero a esa solo deberán ingresar a este link y dejar allí el valor económico que les sea posible. El monto mínimo de donación es de 3.000 pesos.
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En una entrevista con Los40 Colombia, el joven comentó que su hija “significa vida, valentía, ternura” y es un “motor” que la vida le dio. Esas palabras coincidieron con la frase que le dejó María Valentina cuando se enteró de la decisión de su padre de aplicar a la eutanasia:
“Papi, te amo con mi vida, eres el primer amor de una hija, de una mujer, eres mi vida’”, dijo la menor.
Una de las últimas decisiones que tuvo que tomar en vida Javier Acosta fue el de devolver a una fundación de adopción canina a su perrita llamada Katy, que lo acompañó durante muchos años a ver partidos de su Millonarios del alma.
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