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Ago 31, 2024 – 9:39 pm
A propósito de una subasta de vehículos en Colombia, resulta determinante explicarles a muchas personas que manejan con la mano sobre palanca de cambios por qué eso es perjudicial.
¿Por qué es malo manejar con la mano en palanca de cambios?
Manejar con la mano sobre la palanca de cambios puede tener consecuencias negativas a largo plazo, a pesar de que es una práctica que muchos conductores adoptan por hábito. Las razones son simples:
- Desgaste prematuro: al mantener la mano apoyada en la palanca, se ejerce una presión constante sobre los componentes internos de la caja de cambios. Esto puede acelerar el desgaste de engranajes, rodamientos y otros elementos, lo que podría llevar a fallas prematuras y costosas reparaciones.
- Pérdida de precisión: la presión constante puede generar holguras en el mecanismo de cambio, afectando la precisión al momento de seleccionar las marchas. Esto puede ser especialmente problemático en situaciones que requieran cambios rápidos o precisos.
- Riesgo de daños: en caso de un impacto o frenado brusco, la mano apoyada en la palanca podría sufrir lesiones. Además, existe el riesgo de dañar la palanca misma o los componentes internos de la transmisión.
- Dificultad para reaccionar: mantener la mano sobre la palanca puede limitar la capacidad de reacción ante situaciones imprevistas, ya que la mano no estará en una posición óptima para agarrar el volante con firmeza o hacer otras maniobras de emergencia.
Estas son las claves para la postura correcta:
- Manos en el volante: la posición correcta de las manos en el volante es a las 9 y a las 3, o a las 10 y a las 2. Esta posición permite un mejor control del vehículo y facilita realizar maniobras rápidamente.
- Mano derecha lista para accionar comandos: la mano derecha debe estar siempre lista para accionar los comandos del vehículo, como las luces, las direccionales o los limpiaparabrisas.
¿Qué le pasa al carro cuando se hace un cambio sin presionar el ‘clutch’?
Hacer un cambio de marcha sin presionar el embrague es una práctica altamente perjudicial para el vehículo y puede causar daños severos. Esto es lo que sucede por eso:
- Desgaste excesivo de la transmisión: al no desacoplar el motor de la transmisión, los engranajes se ven obligados a engranar mientras están en movimiento, lo que causa una fricción enorme y los desgasta prematuramente. Esto puede llevar a fallas costosas en la transmisión.
- Daño en los sincronizadores: tienen la función de igualar la velocidad de los engranajes antes de engranar. Al no usar el embrague, los sincronizadores se ven sometidos a un estrés excesivo, lo que puede causar su desgaste o rotura.
- Desgaste del embrague: aunque parezca contradictorio, al no usar el embrague para cambiar, este componente también se ve afectado. El disco de embrague sufre un desgaste irregular y puede dañarse.
- Reducción de la vida útil del motor: los cambios bruscos y forzados pueden generar una carga adicional en el motor, lo que a la larga puede reducir su vida útil.
- Pérdida de potencia y rendimiento: el motor no podrá entregar toda su potencia de manera eficiente si los cambios de marcha no se realizan de manera adecuada.
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¿Qué pasa si se hace mal los cambios?
Hacer los cambios de marcha de forma incorrecta puede tener varias consecuencias negativas para tu vehículo y tu seguridad:
- Desgaste prematuro de la transmisión: Realizar cambios bruscos o en momentos inadecuados puede someter a la transmisión a esfuerzos excesivos, acelerando el desgaste de los componentes internos como engranajes, sincronizadores y ejes.
- Dificultad para cambiar de marcha: con el tiempo, un manejo descuidado puede provocar que la palanca de cambios se vuelva más dura o imprecisa, dificultando la selección de las marchas.
- Reducción de la vida útil del embrague: un uso inadecuado del embrague, como deslizarlo durante mucho tiempo o cambiarlo de marcha a altas revoluciones, puede dañar el disco de embrague y reducir su vida útil.
- Aumento del consumo de combustible: hacer cambios de marcha a revoluciones muy bajas o muy altas puede aumentar el consumo de combustible, ya que el motor no estará trabajando en su punto óptimo de eficiencia.
- Pérdida de potencia: un cambio de marcha incorrecto puede provocar una pérdida de potencia momentánea, lo que puede ser peligroso en situaciones que requieran una aceleración rápida.
- Daños en el motor: en casos extremos, un cambio de marcha realizado de forma incorrecta puede dañar el motor, especialmente si se intenta cambiar a una marcha más alta a bajas revoluciones o viceversa.
