Startup demanda a NVIDIA y Microsoft por robo de patentes e infringir leyes antimonopolio

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La startup Xockets ha demandado a NVIDIA y Microsoft por violar sus patentes de DPU en un supuesto cártel. La demanda busca compensación y la suspensión del uso indebido, lo que podría interferir con el lanzamiento de los chips Blackwell. Un DPU (Data Processing Unit) es un procesador especializado en gestionar y acelerar el manejo de datos y redes.

Para seguir la demanda de Xockets, hay que ir diez años en el pasado. Fundada en 2012, Xockets presentó su tecnología DPU patentada en 2015. Luego, Mellanox, una compañía de redes, se convirtió en la primera en imitar su producto.

Luego de la compra de Mellanox por NVIDIA y la finalización del proceso en 2020, Xockets afirma que el fabricante continúa infringiendo sus patentes. La startup afirma que productos como BlueField, ConnectX y NVLink Switch utilizan tecnología que considera patentada por ellos.

Demandan a NVIDIA y Microsoft.

Microsoft ha llegado a ser uno de los principales clientes de NVIDIA. Se sostiene que su colaboración ha permitido a NVIDIA monopolizar el mercado de servidores de IA con GPU. Según Xockets, “El uso por parte de NVIDIA de nuestra tecnología patentada para DPU ha posibilitado su dominio en el mercado de servidores de IA basados en GPU y ha permitido a Microsoft monopolizar el sector de plataformas de IA basadas en GPU, siendo clave para su éxito y valoración en el mercado.”

El timing de la demanda de Xockets no es casualidad. La empresa afirma haber intentado en múltiples ocasiones negociar con NVIDIA y Microsoft para obtener compensación por el uso de su tecnología, pero que sus intentos fueron ignorados. Con NVIDIA ahora bajo el escrutinio de investigaciones antimonopolio, la demanda de Xockets destaca la presunta formación de un cártel y la monopolización del mercado.

La startup busca detener la venta de los productos Blackwell hasta que se resuelva la demanda. Mientras NVIDIA se apura a distribuir los chips Blackwell sin más retrasos, la amenaza de una orden judicial en EE. UU. aumenta la presión sobre la empresa para cumplir con los plazos acordados con sus clientes.

Fuente: Reuters



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