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El cofundador de Blizzard habría dejado la compañía porque se cansó de pelearse con Bobby Kotick

El cofundador de Blizzard habría dejado la compañía porque se cansó de pelearse con Bobby Kotick


Blizzard ha sufrido grandes cambios desde su incorporación a Activision, y este proceso se aceleró luego de la salida de su cofundador Mike Morhaime. En un extracto del libro «Play Nice: The Rise and Fall of Blizzard Entertainment», se explica que Morhaime decidió abandonar la empresa porque «ya no podía pelear con Bobby Kotick», el CEO de Activision.

Los problemas comenzaron aproximadamente seis años después de la unión entre Blizzard y Activision. En ese momento, el ambicioso MMORPG Titan fue cancelado tras años de inversión, dejando al estudio confundidos sobre qué hacer con el material que habían producido. Esto llevó a Activision, encabezada por Kotick, a aumentar la presión sobre Blizzard para ejercer un mayor control sobre sus decisiones y dirección económica.

En un intento de «controlar los costos», Activision trajo al ejecutivo financiero Armin Zerra, quien tenía experiencia en la comercialización de productos de consumo como detergentes y champús, pero carecía de conocimiento en la industria de los videojuegos. Zerra tomó decisiones contrarias a la filosofía de Blizzard, como sugerir la cancelación de BlizzCon debido a sus pequeños márgenes de ganancia, sin comprender la importancia del evento para los fanáticos y la cultura de la empresa.

Todos odian a Bobby Kotick.

En el libro se describe cómo Kotick celebraba los éxitos de Blizzard, pero no entendía los tiempos que conllevaba el desarrollo de un videojuego, lo que generaba tensiones constantes con Morhaime. Estas diferencias provocaron enfrentamientos entre ambos, ya que Morhaime insistía en preservar aspectos fundamentales del estudio, como el soporte técnico, el equipo de cinemáticas, y los sistemas de bonificación para los empleados.

Finalmente, Morhaime decidió dejar la empresa en 2018 después de una reunión en la que se discutía una mayor integración entre Blizzard, Activision y King. En esa reunión, Morhaime se dio cuenta de que sería imposible mantener la cultura que había hecho de Blizzard un estudio único y que no podía garantizar a sus empleados un futuro seguro.

Desde la salida de Morhaime, Blizzard ha pasado por una serie de cambios de liderazgo y ha tomado decisiones controversiales, como el lanzamiento de Overwatch 2 en lugar de resolver los problemas que afectaban al juego original. La salida de Morhaime marcó un punto de inflexión para el estudio, que perdió gran parte de su identidad y autonomía, aspectos que habían sido fundamentales en su éxito durante décadas.

Fuente: Eurogamer



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