Científicos australianos desarrollan la primera microfábrica que convierte plásticos difíciles de procesar que se encuentran en equipos electrónicos en filamento 3D

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En un esfuerzo por abordar el creciente problema de los residuos electrónicos y la dependencia de plásticos vírgenes en la impresión 3D, el Centro SMaRT de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), en colaboración con la empresa Renew IT, ha creado la primera MICROfactorie para convertir plásticos de desechos electrónicos en filamento para impresoras 3D. Este avance tecnológico no solo proporciona una solución efectiva para la gestión de residuos, sino que también fomenta un enfoque más sostenible en la fabricación de filamentos para impresoras 3D.

Innovación tecnológica y sostenibilidad

El proceso desarrollado por el equipo de la profesora Veena Sahajwalla, directora del Centro SMaRT, permite convertir plásticos duros procedentes de equipos electrónicos, que de otro modo terminarían en vertederos, en filamentos útiles para la impresión 3D. Estos plásticos, que no son reciclables mediante los métodos convencionales, ahora pueden ser reprocesados mediante una combinación de calor controlado y enfriamiento, lo que los transforma en un nuevo material de fabricación.

Uno de los principales impactos de esta iniciativa es la reducción de la necesidad de plásticos vírgenes en la impresión 3D, un sector en auge a nivel global. Al producir localmente filamentos a partir de desechos electrónicos, se disminuyen las emisiones de carbono asociadas con la importación de estos materiales, contribuyendo a un ciclo de vida del producto más sostenible.

El impacto en la industria de residuos electrónicos

El rápido crecimiento de la industria tecnológica y la obsolescencia programada han aumentado significativamente la cantidad de desechos electrónicos a nivel global. Según la Global E-waste Monitor 2020, se generan más de 53 millones de toneladas de residuos electrónicos al año, y se espera que esta cifra siga aumentando. De esta cantidad, solo el 17,4 % es reciclada adecuadamente. Muchos de estos desechos contienen plásticos difíciles de reciclar, que terminan en vertederos.

La microfactoría de filamentos de SMaRT y Renew IT aborda dos problemas principales: reduce la necesidad de producir plástico virgen para la fabricación de filamentos y, al mismo tiempo, previene que los plásticos duros acaben en vertederos. Esta solución no solo es económicamente viable, sino que también responde a las demandas de sostenibilidad y responsabilidad corporativa.

La importancia de la impresión 3D sostenible

La impresión 3D ha revolucionado la forma en que se fabrican productos, permitiendo la creación rápida de prototipos y la producción personalizada de piezas en sectores como la medicina, la ingeniería y el diseño industrial. Sin embargo, gran parte del filamento utilizado en la impresión 3D tradicional proviene de plásticos vírgenes, un material derivado del petróleo con un alto costo ambiental.

La iniciativa de SMaRT y Renew IT tiene el potencial de cambiar este paradigma. Según el CEO de Renew IT, James Lancaster, «si podemos producir filamento de manera competitiva a partir de plástico reciclado, no hay razón para seguir fabricándolo con materiales vírgenes». Este enfoque tiene el doble beneficio de reducir la demanda de nuevos plásticos y fomentar la reutilización de desechos que, de otro modo, serían un problema ambiental.

Desafíos y futuro de las microfactorías

El desarrollo de la tecnología MICROfactorie para filamentos plásticos no ha estado exento de desafíos. La profesora Sahajwalla señaló que ha sido un proceso de varios años, lleno de altibajos, pero que finalmente ha dado sus frutos al ver el sistema en pleno funcionamiento. Esta tecnología ofrece una solución horizontal que puede aplicarse a cualquier industria que utilice plásticos y desee reducir su huella ambiental.

Además, el impacto potencial de esta tecnología no se limita a la impresión 3D. La MICROfactorie de filamentos plásticos es solo una de las innovaciones que se están desarrollando en el Centro SMaRT. Otro ejemplo es la tecnología de MICROfactorie de cerámica verde, que también busca comercializarse y que podría tener aplicaciones importantes en la construcción y otras industrias.

El avance de las MICROfactorías de plásticos en la creación de filamentos reciclados marca un hito importante en la transición hacia una economía circular, en la que los residuos se convierten en recursos valiosos. Este enfoque no solo es necesario para reducir el impacto ambiental de la fabricación, sino también para enfrentar el desafío creciente de los residuos electrónicos. A medida que estas tecnologías se expandan y evolucionen, podrían desempeñar un papel crucial en la creación de un futuro más sostenible y resiliente para la industria y el medio ambiente.

Vía www.smart.unsw.edu.au

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