Detrás de la formación de un atleta de altos logros existe una etapa que se constituye en la base del éxito futuro. El denominado “entrenamiento invisible”, que permite que, de manera paralela a las rutinas del deporte, los atletas reciban la nutrición, el descanso, el apoyo emocional y el equilibrio psicológico, brindado por su familia.
Por Jairo Ruiz Casas
Descubridor, forjador y entrenador de gimnastas.
La gimnasia artística es uno de los deportes más exigentes, no solo por la destreza física y técnica que demanda, sino también por el compromiso integral que requiere de los atletas. En esta disciplina, las horas en el gimnasio representan solo una parte de lo que verdaderamente constituye el entrenamiento de un gimnasta.
En Cúcuta, hemos adoptado una metodología “a pie de letra”, la cual está marcando la diferencia en el rendimiento de sus deportistas, incluyendo al joven prodigio Ángel Barajas: el papel de la familia y un equipo multidisciplinario especializado, ha emergido como un factor decisivo dentro del llamado “entrenamiento invisible”, ese conjunto de cuidados y prácticas que se realiza fuera del gimnasio y que es crucial para el éxito de los jóvenes gimnastas.
Más allá de lo físico
El “entrenamiento invisible” incluye aspectos esenciales para el desarrollo de un gimnasta, como la nutrición, el descanso, el apoyo emocional y el equilibrio psicológico. Estos elementos, aunque no forman parte de la rutina de ejercicios diarios son imprescindibles para que un deportista pueda alcanzar su máximo potencial. En este contexto, la familia, y particularmente las madres, juegan un rol protagónico. En Cúcuta, la estructura familiar suele ser un pilar fundamental en la formación de los jóvenes deportistas. El acompañamiento familiar no solo se limita a llevar a los niños a entrenamientos o competencias; va mucho más allá. Las madres, en particular, se han convertido en verdaderas aliadas en la aplicación diaria del “entrenamiento invisible”, trabajando codo a codo con el equipo interdisciplinario de especialistas del Centro de Ciencias del deporte (CCD)que guían a los gimnastas en su camino al éxito.
¿Qué es el “entrenamiento invisible”?
El concepto de “entrenamiento invisible” se refiere a todas aquellas actividades y cuidados que no se ven en el gimnasio, pero que son cruciales para el rendimiento óptimo de un atleta. Se trata de los hábitos fuera de los escenarios de competencia, tales como la correcta alimentación, un sueño reparador, la salud mental, y la adecuada recuperación del cuerpo. Este enfoque global del deportista se convierte en un componente clave en el éxito de aquellos que aspiran a llegar a la élite.
Con algo de inmodestia debo decir que he sido un pionero en implementar esta filosofía en el equipo de gimnasia de Cúcuta. Consciente de que la capacidad técnica y física no es suficiente para triunfar en competencias de alto nivel, he reunido a un equipo interdisciplinario de Ciencias del Deporte que trabaja en sincronía con los entrenadores tradicionales. Este equipo está compuesto en su base por profesionales del deporte del CCD del Ministerio del deporte, quienes han hecho posible contar en Cúcuta con un equipo conformado por médico del deporte, psicólogo deportivo, nutricionista y fisioterapeuta, además también una serie de profesionales externos en dermatografía, fisiólogía, preparación física, entre otros profesionales, quienes se aseguran de que los atletas cuiden cada aspecto de su preparación, desde su mente hasta sus cuerpos.
El prodigio Ángel Barajas: talento y disciplina
Uno de los nombres más destacados bajo la dirección de Jairo Ruiz es el joven Ángel Barajas. Con tan solo 18 años, Barajas ha demostrado un talento innegable en la gimnasia artística, pero su éxito no es solo producto de su habilidad innata, sino del compromiso que tiene con el “entrenamiento invisible”. La rutina diaria de Barajas incluye más que ejercicios de fuerza o técnica. La nutricionista del equipo se encarga de que su dieta esté perfectamente equilibrada, proporcionando los nutrientes necesarios para una recuperación adecuada y la energía óptima para sus entrenamientos.
Además, la salud mental del gimnasta es una prioridad. El psicólogo deportivo trabaja con él en técnicas de relajación y de gestión emocional, que permiten al joven manejar la presión de las competencias y los entrenamientos intensos.
El impacto del equipo interdisciplinario
Entendemos que la carrera de un gimnasta es corta y que cada detalle cuenta. Por eso, el equipo interdisciplinario no solo se concentra en el presente, sino también en la prevención de lesiones a largo plazo. El médico, junto con el fisioterapeuta, monitorean constantemente la salud física de Barajas y sus compañeros, para prevenir posibles dolencias antes de que se conviertan en problemas graves. Las sesiones de procedimientos físicos post entrenamiento, el seguimiento a su alimentación y el monitoreo del bienestar psicológico ya son habituales en su rutina de recuperación.
Este enfoque integral ha permitido que Ángel Barajas y el resto del equipo de gimnasia de Cúcuta se mantengan competitivos y en excelente forma física y mental. Aunque el “entrenamiento invisible” no aparece en los videos de sus rutinas o en las medallas ganadas es, sin duda, uno de los pilares que sostienen su éxito.
El rol de las madres en la nutrición y en el descanso
Una parte crítica del entrenamiento invisible es la nutrición adecuada. En este aspecto, las madres cucuteñas son quienes, en muchos casos asumen la responsabilidad de asegurarse de que los jóvenes atletas consuman las dietas personalizadas diseñadas por la nutricionista del equipo interdisciplinario. La planificación de comidas, el control de las porciones y el seguimiento de una dieta equilibrada son aspectos que las madres gestionan con dedicación. Esto no es tarea fácil, ya que implica un profundo conocimiento de las necesidades alimenticias específicas del gimnasta, además de una gran organización en el hogar.
Asimismo, el descanso, un componente clave en la recuperación física y mental del deportista, depende en gran medida de las dinámicas familiares. Las madres suelen ser quienes crean un ambiente adecuado para que los gimnastas cumplan con sus horas de sueño, un aspecto a menudo subestimado, pero vital para el rendimiento. Establecer rutinas de descanso y minimizar las distracciones que puedan alterar el sueño del gimnasta es una de las responsabilidades silenciosas, pero fundamentales, de las familias.
Conclusión:
El papel esencial de la articulación: Entrenadores–equipo multidisciplinario y familia, en el éxito deportivo
El éxito de un gimnasta, y de cualquier atleta, no se construye solo sobre las horas de entrenamiento físico. En Cúcuta, la familia, son una parte crucial del proceso. Su rol en la aplicación del entrenamiento invisible es tan determinante como el de las directrices científicas dadas por los entrenadores y el equipo multidisciplinario. El equilibrio emocional, la correcta nutrición y el descanso adecuado, todos factores gestionados en gran medida desde el hogar, forman la base sobre la cual los jóvenes gimnastas pueden aspirar a lograr su máximo potencial.
El compromiso familiar y los profesionales especializados en ciencias del deporte son el motor silencioso que impulsa a los gimnastas de Cúcuta a destacarse a nivel nacional e internacional, y asegura que el talento de estos jóvenes pueda florecer en las mejores condiciones posibles. Mientras los focos se centran en las rutinas en las barras y en medallas, en casa y en los consultorios se sigue escribiendo, de manera invisible, pero poderosa, gran parte de su historia de éxito.
Anexos históricos de la evolución generacional
Nuestra población en los gimnastas que actualmente tenemos y haciendo una evaluación de los cuatro anteriores grupos que he manejado, de esas cuatro generaciones anteriores por experiencia propia me indican que el núcleo familiar de nuestros deportistas de la rama masculina son eminentemente de estratos 1-0.
¿Quién no recordar en esa época de Alexander Rangel Pineda, José Orlando Arias, Édison Vernaza, estratos cero, y de Giovanni Quintero, también de un estrato muy inferior, que lastimosamente no pudieron dar todo su potencial, porque su núcleo familiar es, aparte de bajo, tenían problemas psico sociobiológicos, porque han sido familias vulneradas. Hoy en día, esa experiencia vivida en esos grupos anteriores nos ha marcado el derrotero de culturizar y educar, con nuestro equipo interdisciplinario, específicamente con el psicólogo deportivo, a estas familias en todos los componentes del “entrenamiento invisible”, como el verdadero descanso para recuperar aquellas miofibrillas. Es el sueño reparador de todas estas micro lesiones que puedan tener nuestros deportistas. Aanteriormente, a algunos deportistas, por más de que se les decía, no sabían esto y en sus casas no tenían una suficiente cultura para hacer cumplir estos parámetros. Es por esta razón que nosotros hoy en día hacemos énfasis para no perder nuestro trabajo. Es el otro 50 por ciento que deben cumplir al pie de la letra, sobre todo las madres de familia.
Ya en el cuarto grupo, que es el de Alex, el de Jossimar Calvo, sí, nosotros mejoramos muchos aspectos. Pero también noté que debíamos mejorar en culturizar y preparar al deportista en su adolescencia, para saber llevar el tiempo libre, dándole prioridad al sueño, dándole prioridad al estudio, dándole prioridad a su entrenamiento y a saber conjugar sus amistades, incluidos novios o novias, según cada caso, para que pueda cumplir excelentemente en los demás parámetros del “entrenamiento invisible”.