Intel está pasando un momento complicado con el lanzamiento de su nueva línea de procesadores Arrow Lake y ha prometido tomar medidas para corregir los problemas detectados. El vicepresidente y director general de la compañía, Robert Hallock, reconoció que los procesadores no han cumplido con las expectativas iniciales. En una entrevista reciente, Hallock admitió que el rendimiento de Arrow Lake ha sido inferior a lo esperado.
Entre los problemas técnicos, Intel ha identificado una serie de problemas que afectan directamente al rendimiento de sus nuevos procesadores. Uno de los más graves es la latencia de la memoria, que en algunos casos alcanza los 180 nanosegundos en lugar de los 70-80 nanosegundos esperados. Esto ha generado una notable pérdida de rendimiento, sobre todo en gaming. Hallock explicó que el rediseño de la arquitectura siempre trae desafíos imprevistos, pero que están comprometidos a solucionarlos.
Intel promete soluciones.
La compañía ha señalado que se encuentra trabajando en una actualización de firmware y nuevos drivers que deberían mejorar el rendimiento de Arrow Lake. Aún no han sido reveladas las medidas tomadas para solucionar la situación. Aunque, Intel ha resaltado su compromiso con los usuarios, asegurando que los próximos pasos se darán a conocer entre finales de noviembre y principios de diciembre.
A pesar de los problemas, Intel no ha ofrecido detalles sobre la compatibilidad de Arrow Lake con futuras generaciones de procesadores ni sobre sus capacidades de overclocking. Sin embargo, la compañía ha asegurado que el rendimiento de los juegos volverá al nivel que debería estar.
Fuente: Notebookcheck