Ahora que tanto se está hablando de la sostenibilidad en todos los campos y sectores de la sociedad, bien vale la pena hacerlo con uno de los sectores que menor financiación recibe en nuestro país por parte del estado: el deporte, una de las actividades que propician un mejor desarrollo social y humano a la población en general.
Por Alberto Vásquez Gil
Escritor e historiador del deporte
Para lograr la sostenibilidad del deporte colombiano hay que plantear diversas alternativas que hagan rendir un poco más los insuficientes recursos destinados a este sector por la mayoría de los gobiernos, que han pasado sin hacer la clase de inversión social que merece el deporte colombiano, incluso incumpliendo el artículo 52 de la Constitución que contempla que, “el deporte y la recreación hacen parte de la educación y constituyen gasto público social” (acto legislativo 02 de 2000), algo que solo funciona en forma teórica, porque en el Sistema General de Participaciones, no se determina ningún porcentaje directo para este sector, a pesar de ser un gasto público social (solo una ínfima destinación del propósito general, que cada vez es menor), ni tampoco le destinan nada del presupuesto del sector educación, pese a lo contemplado en el art. 14 de la ley 181/1995 y la ley 934/2004.

Ante esta lamentable situación, y pese a los grandes resultados y buena imagen que nuestros deportistas le arrojan al país es necesario entonces acudir a fórmulas alternativas que le permitan subsistir a este sector y darle una mayor sostenibilidad en el tiempo. Entre ellas están:
- a) Priorizar y racionalizar al máximo los recursos destinados a este sector, con “cero burocracia y corrupción” y una mayor inversión para los programas, eventos y talento humano que atienden el sector, a cambio de disminuir el porcentaje de lo que se destina a infraestructura física.
- b) Realizar alianzas estratégicas intersectoriales e interinstitucionales con los sectores salud (para los programas de actividad física), educación (para los programas del deporte formativo como los centros de educación física, centros de iniciación y formación deportiva, los festivales escolares y los juegos intercolegiados) y las cajas de compensación (para los programas de recreación), entre otras.
- Gestionar convenios de cooperación internacional con algunos países y ONG, a través de proyectos de inversión social debidamente planteados y con unos indicadores bien sustentados acerca del beneficio social que implica la actividad del deporte.
- Acabar con la intermediación o tercerización que los entes deportivos estatales vienen haciendo desde hace algún tiempo con operadores logísticos de toda clase, que lo único que hacen es incrementar los costos en la ejecución de programas (con comisiones innecesarias de por medio), en lugar de ser ejecutados por ellos mismos, con la ayuda de los organismos deportivos del deporte asociado.
- Reducir al máximo los contratos de prestación de servicios en los entes estatales, que se han convertido casi que en una nómina paralela bastante onerosa para las finanzas públicas y destinados en su mayoría, a pagar favores políticos.
- Impulsar la vinculación de la empresa privada para el patrocinio de los eventos deportivos y de los deportistas, a través de contratos de contraprestación publicitaria, así como la realización de todos los convenios o canjes posibles con entidades comerciales o prestadora de servicios que requiere el deporte.
- Impulsar la venta de productos y servicios, como la capacitación, asesorías, cursos, dirección de torneos, juzgamientos, implementos y otras, por parte de los organismos deportivos.
- Fortalecer el Sistema Nacional del Deporte con la creación de clubes de instituciones educativas como base del deporte asociado, el aprovechamiento de sus recursos físicos, humanos y financieros, su logística y toda su capacidad organizativa. (teniendo en cuenta que por allí pasa el 90 por ciento de los talentos y deportistas del país).
- Desarrollar una política seria a mediano y largo plazo por parte del Estado, con respecto al deporte, la educación física, la recreación y la actividad física, debidamente sustentada con recursos fijos destinados para tal fin y no sujetos a la voluntad y recortes de los gobiernos de turno.