The Veilguard, El Regreso de Bioware al Mundo RPG

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Desde su debut en 2009, Dragon Age se ha consolidado como una de las sagas más importantes en el género de los videojuegos de rol. Desarrollados por el estudio canadiense Bioware, esta saga ha sabido combinar una narrativa profunda con una muy buena jugabilidad, atrayendo a una amplia comunidad de fans que aprecian tanto sus historias como sus personajes.

El primer juego, Dragon Age: Origins, fue lanzado en 2009 y rápidamente fue reconocido como un clásico del género. Ambientado en el oscuro y medieval mundo de Thedas, Origins se centró en la lucha contra los engendros tenebrosos y la corrupción del Velo, la barrera mágica que separa el mundo mortal del Reino de los Espíritus. Los jugadores asumían el papel de un Guardián Gris, un guerrero encargado de proteger el mundo de estas amenazas ancestrales, y podían tomar decisiones que influirían directamente en la historia y en el desarrollo de sus relaciones con otros personajes.

En 2011, Bioware lanzó Dragon Age II (el menos querido), una secuela que cambió el enfoque hacia una narrativa más personal y urbana, siguiendo las aventuras de Hawke, un refugiado que llega a la ciudad de Kirkwall. Aunque este juego fue bien recibido por su historia y personajes, algunos jugadores criticaron la repetitividad en el diseño de los niveles. Dragon Age II permitió explorar más a fondo el conflicto entre templarios y magos, uno de los temas más profundos de la serie.

Con Dragon Age: Inquisition en 2014, Bioware apostó por una experiencia más abierta y ambiciosa. Nos convertimos en un líder de la Inquisición, un grupo dedicado a proteger Thedas de una guerra entre mundos que amenaza con destruir el Velo. Inquisition ofreció un mundo más expansivo, múltiples zonas para explorar y un sistema de decisiones aún más complejo, lo que lo hizo ganador de numerosos premios y elogios de la crítica.

Ahora, Bioware regresa con Dragon Age: The Veilguard, que promete continuar esta historia épica y recuperar la magia de los títulos originales. Un juego que no solo carga con el peso de ser una secuela de la franquicia, sino también con la expectativa de redimir al estudio y recuperar su lugar en la industria.

Trama y Personajes Clásicos

La historia de The Veilguard retoma eventos poco después de Dragon Age: Inquisition, centrada en la amenaza de Dread Wolf, Solas, quien intenta destruir el Velo que separa al mundo mortal del Reino de los Espíritus. Solas, en su rol de el malo del juego, es enfrentado por su antiguo amigo Varric y su equipo, en el cual destaca Rook, el protagonista. La misión principal de Rook es detener a Solas, pero un evento inesperado libera a dos antiguas deidades malignas, llevando a Rook a buscar aliados y enfrentarse a una amenaza aún mayor.

The Veilguard está cargado de referencias y personajes que los fans reconocerán, como lugares conocidos y caras familiares que enriquecen la historia, mientras que nuevos jugadores pueden encontrar el universo algo denso y poco accesible. Aunque el juego incluye un breve resumen de los eventos pasados, una comprensión más profunda del lore hará que la experiencia sea mucho más satisfactoria.

Más Acción que RPG

Uno de los mayores cambios en esta entrega es la jugabilidad orientada a la acción. Aunque el juego se presenta como un RPG, es evidente que se ha buscado una experiencia más orientada al combate y la fluidez, similar a títulos como Final Fantasy XVI o God of War. Desde el inicio, los jugadores pueden elegir entre tres clases principales, guerrero, mago y pícaro, cada una con tres especializaciones que permiten personalizar el estilo de combate. Por ejemplo, el Pícaro puede enfocarse en ataques de larga distancia, combate cuerpo a cuerpo o disparos cargados, mientras que el Mago ofrece estilos que recuerdan a títulos como Hogwarts Legacy y The Witcher. Esta variedad permite que los jugadores adapten el juego a su estilo, aunque los fans más puristas pueden encontrarlo alejado de la esencia original de Dragon Age.

El combate es ágil y fluido, con habilidades especiales y ataques combinados con los aliados para lograr combos potentes. Bioware ha incluido una habilidad especial que permite a los jugadores desatar un ataque definitivo, lo cual suma a la intensidad de las peleas, sobre todo en los enfrentamientos contra enemigos mayores.

Exploración y Gestión de Recursos

Dragon Age: The Veilguard adopta una estructura de exploración algo más lineal, con áreas y mazmorras en forma de laberinto en lugar de vastos mapas abiertos. Los jugadores encontrarán bases donde interactuar con personajes y comerciantes, aunque será necesario ganar reputación con cada facción para acceder a sus servicios completos. En lugar de ciudades con mercaderes especializados, se utiliza el Phare, un espacio seguro donde puedes hablar con aliados, mejorar tus armas y redefinir aspectos de tu personaje. Este sistema es sencillo pero ofrece cierta libertad para personalizar las estadísticas de los personajes y la gestión de recursos como armas y armaduras.

Aunque el equipo tiene diferentes niveles de rareza, los jugadores no pueden intercambiar objetos entre personajes de la misma clase, lo que limita un poco la versatilidad de las configuraciones. Los recursos recolectados permiten mejoras en el equipo, pero la personalización se ve afectada por la falta de opciones avanzadas para guardar y cambiar entre configuraciones rápidamente, lo que puede ser un inconveniente para quienes prefieren construir varias versiones de su personaje.

Narrativa y Dilemas Éticos

Bioware ha mantenido el característico sistema de elecciones y consecuencias de la franquicia, con dilemas que afectan el destino de los aliados, ciudades y el propio mundo de The Veilguard. A lo largo de la historia, cada aliado presenta una misión personal que ahonda en sus motivaciones, su relación con el protagonista, y permite consolidar su lealtad, e incluso habilitar opciones de romance. La narrativa general sigue siendo fiel a los temas y tono de Dragon Age, pero se apoya en algunos arcos y misiones secundarias predecibles. Aunque el juego es entretenido, los giros de la trama no logran sorprender y pueden sentirse familiares para los jugadores que ya conocen la serie.

Diseño Visual y Rendimiento

Dragon Age: The Veilguard incluye una variedad de tecnologías avanzadas tanto de AMD como de NVIDIA para mejorar la calidad visual y la experiencia de juego. Del lado de AMD, el juego utiliza FidelityFX Super Resolution (FSR), una tecnología de escalado que permite mantener una alta calidad visual incluso en resoluciones menores, optimizando el rendimiento sin comprometer los detalles gráficos. Esto beneficia especialmente a quienes cuentan con tarjetas gráficas de generaciones anteriores, ya que permite disfrutar de gráficos de alta calidad sin perder demasiados cuadros por segundo. AMD también ofrece el Radeon Anti-Lag, que reduce la latencia de entrada para mejorar la respuesta en el juego, una característica ideal para escenas de combate intenso y movimientos rápidos.

NVIDIA DLSS 3

Por parte de NVIDIA, The Veilguard incluye compatibilidad con DLSS (Deep Learning Super Sampling), la tecnología de escalado de NVIDIA que utiliza inteligencia artificial para mejorar la calidad de imagen mientras reduce la carga gráfica. DLSS es especialmente útil para jugadores con tarjetas GeForce RTX, ya que permite alcanzar mayores resoluciones y tasas de fotogramas, optimizando el rendimiento en resoluciones 4K. Además, el juego ofrece Ray Tracing en tiempo real para usuarios de NVIDIA, lo cual realza las sombras, reflejos y luces de manera muy realista, sumergiendo aún más al jugador en el oscuro y mágico mundo de Thedas.

NVIDIA REFLEX

El juego también trae NVIDIA Reflex, una tecnología desarrollada para reducir la latencia en juegos, especialmente en títulos de acción rápida y competitivos. Reflex optimiza la comunicación entre la CPU y la GPU, disminuyendo el tiempo que transcurre entre la acción del jugador y su reflejo en pantalla. Esto resulta en una experiencia de juego más responsiva y precisa, lo cual es clave para jugadores de eSports o aquellos que buscan una ventaja competitiva en shooters y otros géneros de ritmo acelerado.

Ray Tracing

En Dragon Age: The Veilguard, los reflejos por ray tracing y la oclusión ambiental elevan la inmersión, haciendo que cada escena se sienta viva y detallada. Gracias al ray tracing, los reflejos en superficies como agua, metal y vidrio se muestran con precisión y responden en tiempo real a los cambios en el entorno, lo que agrega realismo y profundidad visual al mundo de Thedas. Además, la oclusión ambiental aporta sombras más naturales y matizadas, resaltando los pequeños detalles y la textura en áreas menos iluminadas, desde ruinas antiguas hasta densos bosques.

En términos de rendimiento, el juego se muestra estable tanto en PC, con suficientes opciones de configuración gráfica que se adaptan a diferentes equipos.

PC de Testeo:

  • Placa madre: Gigabyte AORUS MASTER X870E
  • Procesador: Ryzen 7 9800X3D
  • Refrigeración: EVGA CLC 360
  • Tarjeta Grafica: GeForce RTX 4080 SUPER
  • Memorias RAM: G.SKILL DDR5 6000Mhz
  • Almacenamiento: SSD Samsung 990 PRO
  • Fuente de Alimentación: ANTEC HCG PRO 1200

1080P

Dragon Age: The Veilguard luce espectacular, aunque su estilo visual no busca ser ultra realista, lo que deja margen para mejorar en cuanto a optimización, especialmente para tarjetas gráficas de gama media. Actualmente, las GeForce RTX 4060 Ti y RTX 4060 ofrecen un rendimiento notablemente superior a las Radeon de AMD, tanto sin DLSS como con esta tecnología activada, lo que hace que las tarjetas NVIDIA se sientan más fluidas en este juego.

A pesar de que AMD ha implementado FSR 3 en el juego, no cuenta con Frame Generation, como sí ocurre con DLSS de NVIDIA. Esto resulta curioso, ya que Frame Generation de AMD es una de las características más destacadas de FSR 3, generando fotogramas adicionales mediante IA para aumentar los FPS y mejorar la fluidez. Sería ideal que AMD habilitara esta función en futuras actualizaciones, ya que podría mejorar considerablemente el rendimiento de Dragon Age: The Veilguard en sus GPUs y ofrecer una experiencia más fluida para jugadores con tarjetas gráficas de gama media.

 

1440P

significativamente superior. Con tarjetas de AMD, el juego no llega a superar los 50 FPS, lo que limita la fluidez en esta resolución. Por otro lado, con una RTX 4060 Ti podemos alcanzar los 60 FPS en 1440p, logrando una experiencia jugable aunque justa en algunos momentos. Para quienes deseen un rendimiento más estable, ajustar algunas configuraciones gráficas, como la calidad de sombras o efectos, puede sumar algunos FPS adicionales sin sacrificar demasiado la calidad visual, mejorando la experiencia.

4k

En 4K, la única tarjeta capaz de manejar Dragon Age: The Veilguard con un rendimiento aceptable es la potente RTX 4080 SUPER. Sin DLSS, esta GPU alcanza unos 48 FPS, lo cual resulta limitado para una experiencia fluida en 4K. Sin embargo, al activar DLSS 3, el rendimiento da un salto impresionante, logrando unos 97 FPS que permiten disfrutar del juego en toda su gloria gráfica y con una gran fluidez. Gracias a DLSS 3, la RTX 4080 SUPER saca el máximo partido al juego.

Rendimiento CPU

La semana pasada tuvimos la oportunidad de probar el nuevo AMD Ryzen 7 9800X3D, un procesador diseñado específicamente para gaming, y los resultados han sido impresionantes. En nuestras pruebas, el Ryzen 7 9800X3D supera en rendimiento al Core i7 13700K de Intel en aproximadamente un 30%.

Conclusión: Una Mezcla Ambiciosa con Altibajos

Dragon Age: The Veilguard es una entrega que mantiene la calidad y el espíritu de la franquicia, pero intenta abarcar demasiado en su intento de atraer a nuevos jugadores. Al inspirarse en otros juegos de acción recientes, Bioware ha creado una experiencia de combate dinámica y entretenida, pero en este esfuerzo el título pierde algo de la esencia RPG profunda que caracterizó a los primeros Dragon Age.

Para los seguidores leales de la serie, el juego ofrece momentos de nostalgia y guiños al pasado, así como personajes interesantes y una historia entretenida, aunque no particularmente sorprendente. Para nuevos jugadores, la falta de contexto puede ser un obstáculo, aunque la acción permite una entrada accesible al universo de Dragon Age. En definitiva, The Veilguard es un buen juego que podría haber sido excelente si hubiera mantenido una identidad más definida.

LO BUENO

  • Mucha accion Acción
  • Excelentes Gráficos
  • La historia principal tiene potencial

LO MALO



Fuente