La industria global de memoria RAM enfrenta una crisis debido a la agresiva expansión de los fabricantes chinos como Changxin Memory (CXMT) y Fujian Jinhua. Estas empresas han inundado el mercado con memoria DDR4 a precios extremadamente bajos, desestabilizando el sector y poniendo en una posición complicada a competidores como Samsung, SK Hynix y Micron. El crecimiento de producción en China ha sido rápido, y su estrategia de precios ha arruinado a la de los líderes establecidos.
El impacto es obvio: los chips DDR4 chinos son hasta un 50% más baratos que los de marcas líderes. Este movimiento ha obligado a algunos fabricantes a tomar decisiones drásticas. Por ejemplo, Intel ha abandonado el soporte para DDR4 en sus nuevas plataformas, mientras que AMD sigue explotando este segmento con éxito, dominando gran parte del mercado de plataformas DDR4 tanto en Europa como en Estados Unidos. Sin embargo, esta competitividad solo es sostenible para quienes tienen márgenes más amplios y una capacidad de producción diversificada.
China desestabilizar el mercado de memorias.
Frente a esta situación, los gigantes surcoreanos han decidido reducir su producción de DDR4 y redirigir sus esfuerzos hacia tecnologías más avanzadas como DDR5 y HBM3e. Este cambio busca establecer una ventaja tecnológica que permita estabilizar el mercado y reducir la presión ejercida por los precios chinos. Mientras tanto, las arquitecturas futuras de Intel y AMD también migran hacia estas nuevas generaciones de memoria, acelerando la transición y disminuyendo el atractivo del DDR4.
A largo plazo, la competencia desleal de precios y la inmensa capacidad de producción china pronostican un panorama complicado para los fabricantes más pequeños y especializados. La única solución viable parece ser la apuesta por tecnología de vanguardia que China no pueda replicar de inmediato. La batalla por el mercado de la memoria está lejos de terminar, pero las reglas del juego están cambiando rápidamente.
Fuente: Tom’s Hardware