Árboles de Navidad desechados son sumergidos en el lago Saimaa como un método natural para combatir la contaminación por nutrientes y fomentar la biodiversidad acuática.
- Árboles de Navidad desechados sumergidos en el lago Saimaa.
- Absorben nitrógeno y fósforo, reduciendo algas tóxicas.
- Proveen hábitats para larvas, peces y crustáceos.
- Incrementan biodiversidad en áreas pobres en vida.
- Árboles capturan carbono durante siglos.
- Biofilms y esponjas crecen en los troncos sumergidos.
- Técnica económica, sostenible y replicable.
- Plan para expandir a riachuelos y humedales.
- Proyecto apoyado por el Ministerio del Medio Ambiente y organizaciones locales.
- Innovación simple para retos ambientales globales.
Proyecto pionero: el uso de árboles de Navidad como herramienta para la mejora de la calidad del agua en Saimaa
Un grupo de voluntarios en Lappeenranta, Finlandia, ha desarrollado un innovador proyecto que utiliza árboles de Navidad desechados como un método para combatir la contaminación por nutrientes y mejorar la biodiversidad en el lago Saimaa. Este experimento, respaldado por el Centro de Naturaleza y Ciencias Saimaarium y financiado por el Ministerio del Medio Ambiente de Finlandia, busca demostrar los beneficios de esta práctica en la conservación y rehabilitación de ecosistemas acuáticos.
El proceso: de árboles navideños a filtros ecológicos
Durante los meses de invierno, se recolectaron 80 árboles de Navidad usados y se sumergieron en el fondo del lago Saimaa a través de agujeros en el hielo. Los árboles, agrupados en lotes de 6 a 8 unidades y lastrados con ladrillos perforados, fueron colocados a una profundidad aproximada de 2 metros. La elección del lugar, en la zona de Sunisenselkä, se basó en las condiciones del agua, donde el flujo es limitado y la proliferación de algas tóxicas, como la cianobacteria, representa un problema recurrente.
Este enfoque innovador parte de la premisa de que los árboles sumergidos funcionan como plataformas para el desarrollo de biofilms compuestos por microbios, algas y hongos que capturan nutrientes del agua. Además, los árboles ofrecen un hábitat ideal para organismos acuáticos como larvas de insectos, peces y crustáceos, lo que contribuye a aumentar la biodiversidad en el entorno.
Beneficios ecológicos múltiples
El proyecto tiene un impacto positivo en varios niveles:
- Reducción de nutrientes en el agua: Los biofilms que se forman sobre los árboles absorben nitrógeno y fósforo, principales responsables de la proliferación de algas nocivas.
- Incremento de la biodiversidad: Las estructuras de los árboles proporcionan refugio y sitios de desove para peces, como la perca, y aumentan significativamente la población de organismos del fondo del lago, esenciales para la cadena alimentaria.
- Captura de carbono: Los árboles sumergidos se descomponen lentamente bajo el agua, almacenando carbono durante siglos, lo que los convierte en reservorios de carbono efectivos.
- Promoción de ecosistemas sostenibles: Al imitar procesos naturales, se crea un equilibrio ecológico que fomenta la resiliencia de los ecosistemas acuáticos.
Resultados preliminares y análisis científicos
Tras cuatro meses de inmersión, los investigadores han comenzado a recuperar algunos árboles para su análisis. Según el profesor de investigación Kari-Matti Vuori, los árboles muestran una cobertura significativa de biofilms, incluidos organismos como esponjas de agua dulce, comparables a los corales en su capacidad de filtrar el agua. Los estudios bajo el microscopio revelan una rica comunidad de microorganismos y larvas, lo que confirma la hipótesis de que los árboles actúan como catalizadores de la biodiversidad.
Aunque el proyecto está en sus etapas iniciales, los resultados preliminares son alentadores. En próximos meses, se planea tomar nuevas muestras y extender las pruebas a otras áreas de Finlandia, incluyendo pequeños riachuelos y zonas de humedales.
Escalabilidad y posibles aplicaciones futuras
El éxito de este proyecto piloto sugiere que la técnica podría replicarse en otras partes del mundo donde los ecosistemas acuáticos enfrentan desafíos similares. Además, su implementación en riachuelos y humedales podría ayudar a reducir la escorrentía de nutrientes hacia lagos y ríos, mitigando problemas de eutrofización a gran escala.
Según Vuori, este enfoque es económico, eficiente y ambientalmente sostenible, lo que lo convierte en una alternativa viable para comunidades que buscan soluciones prácticas para la conservación de sus recursos hídricos.
Un paso hacia la sostenibilidad
Este proyecto no solo aprovecha recursos que, de otro modo, terminarían en vertederos, sino que también demuestra cómo la creatividad y la ciencia pueden unirse para abordar los desafíos medioambientales. Con más de 400 árboles recolectados durante la última temporada navideña, el equipo planea expandir la iniciativa y establecer una red de «filtros verdes» en toda la región de Saimaa y más allá.
En un mundo donde el cambio climático y la degradación ambiental son problemas apremiantes, proyectos como este destacan como ejemplos inspiradores de innovación sostenible y compromiso con el medio ambiente.
Vía yle.fi