Emprendedor argentino patenta innovador método para la producción de forraje verde hidropónico enriquecido con un sustrato comestible > reduce el consumo de agua y mejora la calidad



Juan Andrés Balogh ha desarrollado un método patentado de forraje verde hidropónico con sustrato comestible, optimizando el uso del agua, duplicando la producción y mejorando el valor nutricional. Sostenible y eficiente, esta innovación promete transformar la ganadería en zonas áridas y con escasez de recursos.
Innovación en el Forraje Verde Hidropónico: Un sustrato comestible patentado que quiere revolucionar la producción ganadera
Viedma, Argentina, el productor agropecuario y emprendedor Juan Andrés Balogh ha desarrollado un método innovador para la producción de forraje verde hidropónico (FVH) enriquecido con un sustrato comestible.
Esta técnica patentada en abril de 2024 ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial Argentina (INPI) permite una producción más eficiente, sostenible y nutritiva, reduciendo significativamente el consumo de agua y mejorando la calidad del alimento para el ganado.
Una solución ante la crisis agropecuaria
El proyecto nació de una necesidad urgente. Durante la devastadora sequía que azotó los campos de Río Negro en 2021, Balogh buscó una alternativa para alimentar su ganado con mínimos recursos hídricos y sin acceso a pasturas tradicionales. Su solución fue el forraje verde hidropónico, que permitió alimentar y salvar más de 50 ovejas en condiciones extremas.
Con el tiempo, perfeccionó su técnica hasta desarrollar un sustrato comestible a base de bagazo de cerveza, lo que duplicó la producción de forraje en el mismo espacio, redujo el consumo de agua y aumentó el contenido de proteína bruta de 18% a 25,67% en la semilla de trigo, alcanzando niveles comparables a una alfalfa mejorada.


Un método innovador y sostenible
El sustrato comestible utilizado en este sistema tiene múltiples ventajas:
- Menor consumo de agua: La retención de humedad del sustrato reduce la necesidad de riego casi a cero.
- Mayor eficiencia en la producción: Se requieren menos semillas y menos espacio para obtener el doble de rendimiento.
- Sostenibilidad ambiental: El sustrato reutiliza residuos industriales, como el bagazo de cerveza, y no requiere fertilizantes ni químicos.
- Mayor valor nutricional: Aporta calcio, fósforo y otros nutrientes esenciales, mejorando la calidad del forraje y la salud del ganado.
- Independencia del clima: No necesita tierra ni condiciones climáticas específicas, lo que permite producir forraje en cualquier época del año.
De la innovación al desarrollo de una empresa
Gracias a estos avances, Balogh creó la pyme Forraje Tecnol, donde ofrece módulos de producción para que otros productores puedan cultivar su propio forraje hidropónico sin depender de grandes inversiones en tecnología o infraestructura.
Cada módulo de 2m x 3,6m x 2,2m de altura permite producir entre 150 y 180 kilos de forraje al día, suficiente para alimentar hasta 300 ovejas. En tan solo ocho días, el forraje está listo para su consumo, sin necesidad de suelo ni fertilizantes tradicionales.


Reconocimiento y proyección futura
El emprendimiento ha sido declarado de interés en la provincia y promete ser una solución clave para la producción ganadera en zonas áridas y con escasez de agua. Además, Balogh proyecta implementar este sistema en la Línea Sur de Argentina durante el invierno, ya que el sustrato actúa como un protector natural para las semillas en bajas temperaturas.
Este método innovador no solo optimiza la producción ganadera, sino que también contribuye a la sostenibilidad y el aprovechamiento eficiente de los recursos naturales, posicionándose como una alternativa viable para el futuro de la agricultura vertical.
Más información: www.forrajetecnol.com




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