Google lleva años en el punto de mira por su dominio absoluto en el mundo digital, pero ahora la situación ha llegado a un punto crítico. El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) ha solicitado oficialmente que Google se desprenda de Chrome, su popular navegador web, y lo venda a una empresa rival previamente investigada. El argumento es claro, su dominio en las búsquedas y la navegación por Internet está dañando la competencia y el mercado.
El Departamento de Justicia pierde la paciencia
Sabemos que Chrome lidera el mercado de navegadores con cerca del 66% de la cuota global, seguido por Safari con un 18%, mientras que navegadores como Firefox, Opera o el de Samsung apenas suman entre todos un 16%. Esta diferencia abismal es uno de los pilares de la demanda del Departamento de Justicia, que acusa a Google de mantener su posición a través de conductas ilegales y prácticas anticompetitivas, como pagar a fabricantes para ser el navegador predeterminado en dispositivos Android.
El DOJ califica a Google como un “Goliat económico que causa estragos en el mercado”, y asegura que solo una venta inmediata de Chrome podría equilibrar la competencia. El juez encargado, Amit P. Mehta, deberá decidir si Alphabet, matriz de Google, debe transferir completamente los derechos de Chrome a una compañía que no represente una nueva amenaza monopólica.
Google se defiende
Desde Mountain View, la defensa de Google se mantiene firme, aseguran que vender Chrome afectaría negativamente a los usuarios y al ecosistema tecnológico, pero hasta ahora no han presentado una alternativa viable que convenza al tribunal. La presión legal aumenta, sobre todo después de que el DOJ ya lograra una victoria previa en una de las múltiples causas antimonopolio contra el gigante tecnológico.
Por todo esto, estamos ante un posible cambio histórico en el sector tecnológico. De concretarse la venta de Chrome, no solo afectaría a Google, sino a todo el ecosistema Android, la publicidad digital y la manera en la que accedemos a la web.
Fuente: AOL