Un informe revela que los costos en la fábrica TSMC Fab 21 de Arizona son apenas un 10 % superiores a los de una planta similar en Taiwán. Una diferencia mucho menor de lo esperado, especialmente considerando que esta es la primera planta de TSMC fuera de Asia en décadas y que fue construida desde cero, con personal nuevo y poco calificado.
Lo más revelador del informe es que el costo del equipamiento representa más de dos tercios del costo total de producción. Y como ese equipo, fabricado por compañías como ASML, Applied Materials o Lam Research, tiene el mismo precio en cualquier parte del mundo, la ubicación geográfica influye mucho menos de lo que se pensaba.
Por si fuera poco, otro mito derribado es el de la mano de obra. Es verdad que los sueldos en EE. UU. son hasta tres veces más altos que en Taiwán, pero gracias a la altísima automatización de las fábricas modernas, la mano de obra sólo representa el 2 % del coste total. Es decir, en la práctica, no afecta de forma significativa.
¿Qué pasa con la logística y los costos finales?
Es cierto que los chips producidos en Arizona se envían de vuelta a Taiwán para su corte, prueba y empaquetado, y luego a países como China o incluso nuevamente a EE. UU. para el montaje final. Pero según TechInsights, esta logística más compleja no eleva de forma notable los costos. Aunque circulan rumores de que TSMC aplica un recargo del 30 % por chips fabricados en EE. UU., los analistas no consideran que esto se deba a factores estructurales de producción, sino más bien a decisiones de mercado.
Fuente: Tomshardware