Según el reconocido analista Timothy Arcuri, Intel está negociando para convertirse en el fabricante de las próximas tarjetas gráficas RTX 60 de NVIDIA, utilizando su nodo litográfico Intel 18A-P, una versión optimizada del proceso 18A enfocada en eficiencia energética. La propuesta esta dentro de la estrategia de Intel Foundry Services (IFS), que busca consolidarse como un proveedor clave para clientes externos como NVIDIA y Broadcom, en un contexto geopolítico donde Estados Unidos busca fortalecer su cadena de producción tecnológica.
Intel 18A-P y EMIB
Intel está reforzando sus capacidades de diseño para cerrar acuerdos estratégicos con grandes clientes como NVIDIA, y lograr que sus futuras GPUs, probablemente basadas en la arquitectura Vera Rubin, se fabriquen bajo el nodo 18A-P, previsto para 2026. Este proceso promete mejor densidad, menor consumo y mayor rendimiento, características claves para el salto generacional.
La ventaja técnica no se limita al nodo, Intel también propone soluciones de interconexión avanzadas como Foveros 3D Direct y tecnologías EMIB en versiones 2.5D, 3.5D y 2.0, que permitirían GPUs MCM más compactas, eficientes y con integración de memoria como GDDR7. En paralelo, una opción más económica, FCBGA 2D+, también está sobre la mesa para reducir costos de empaque, algo que NVIDIA podría valorar frente a los altos precios de procesos como CoWoS-L de TSMC.
NVIDIA ya prueba Intel 18A
NVIDIA ya confirmó en 2024 que está probando chips fabricados en Intel 18A, y las primeras impresiones fueron positivas. Con el lanzamiento de la serie RTX 50 ya en el mercado, la hoja de ruta apunta a un estreno de la familia RTX 60 en 2026, lo que otorga a ambas compañías tiempo suficiente para cerrar acuerdos, planificar costes y validar procesos productivos.
El potencial acuerdo no solo supondría un avance técnico y comercial para Intel, sino también un golpe reputacional positivo, en un momento donde busca consolidarse como alternativa seria frente a TSMC en el ámbito de fundición avanzada.
Fuente: Yahoo
