Según se informa, y esto es mas un rumor, Donald Trump y el CEO de NVIDIA, Jensen Huang, habrían alcanzado un acuerdo privado para que la compañía pueda continuar vendiendo su GPU H20 HGX a China, a pesar de las restricciones impuestas por la administración estadounidense. El acuerdo se habría cerrado durante una cena exclusiva en el resort Mar-a-Lago en Florida, con una entrada de un millón de dólares por asistente, según fuentes anónimas cercanas al evento.
La GPU H20 fue diseñada por NVIDIA como una versión modificada de la H200, específicamente para cumplir con los límites de exportación impuestos por el gobierno de EE.UU. Se trata de una solución estratégica que permite a la empresa operar en el mercado chino sin violar las regulaciones, aunque con un rendimiento recortado. Pese a ello, los ingresos generados por este modelo han sido millonarios y se estima que solo en el primer trimestre de este año la compañía ha obtenido más de 16.000 millones de dólares con las ventas de la H20.
NVIDIA podrá seguir vendiendo GPUs en China.
El punto clave ahora es saber si este supuesto acuerdo con Trump anulará la aplicación de la Regla de Difusión de IA, impulsada anteriormente por la administración Biden y programada para entrar en vigor el próximo 15 de mayo. Esta prohíbe toda exportación de procesadores y aceleradores de IA a países como China, sin importar su potencia o volumen. Si NVIDIA no logra una excepción, incluso la H20 podría quedar fuera del mercado chino.
Aún no se confirma si el acuerdo implica una autorización temporal para continuar vendiendo hasta la fecha límite o si Jensen Huang consiguió una exención permanente. Tampoco está claro si Trump está usando este tipo de acuerdos para atraer promesas de inversión en Estados Unidos, algo que ha sido parte de su estrategia económica en el pasado.
De confirmarse, este pacto reflejaría el delicado equilibrio entre negocios, política y geopolítica. Para NVIDIA, China sigue siendo un mercado estratégico, y mantener el acceso a sus clientes allí es crucial. Al mismo tiempo, el gobierno de EE.UU. busca limitar el avance tecnológico de sus rivales.
Fuente: NPR
