Después del 4 de abril, cuando por circunstancias ajenas a la Alcaldía de Villavicencio y al Instituto Municipal de Deporte y Recreación (Imder) no fue posible realizar la Travesía Bogotá-Villavicencio, surgieron muchas expectativas sobre si el evento se llevaría a cabo y en qué condiciones. Como dice el adagio popular, “no hay mal que por bien no venga”, y el pasado viernes quedó demostrado. Más de 17.000 ciclistas demostraron que Villavicencio es capaz de organizar la travesía más grande del país.
El ciclista con discapacidad, Wilmar Marulanda, quien ha representado al Meta en distintos eventos nacionales y en esta ocasión completó la travesía al mismo ritmo que los participantes convencionales, expresó: “No la había hecho, no me podía quedar sin hacerla. Ustedes saben que soy llanero de corazón. Esto estuvo muy bien organizado”.
Así como la discapacidad no fue obstáculo, la edad tampoco impidió que muchas personas mayores disfrutaran del recorrido de 90 kilómetros, que comenzó bajo la lluvia y terminó convirtiéndose en un festival en el Parque Los Fundadores, con un sol espectacular y una gran fiesta deportiva.
Germán Salamanca, un hombre de 74 años, expresó su satisfacción con una sonrisa al llegar y comentó: “No había venido por acá, pero me pareció fantástico. No hubo problema para nada y ustedes los llaneros son muy amables, muy trabajadores”.
El alcalde de Villavicencio, Alexander Baquero, indicó en el balance que el próximo año se intentará romper un Récord Guinness en el número de participantes y en el tiempo del recorrido. Además, a partir de hoy, se iniciará la organización de la travesía 2026, que se celebrará en el marco del aniversario de la ciudad.