Tras una orden de evacuación del ejército israelí, los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) mataron a decenas de personas en el norte de la Franja. El fin del conflicto en la zona es, mientras tanto, uno de los capítulos que centran la visita del presidente estadounidense Trump a Arabia Saudí, Qatar y Emiratos. La Casa Blanca pone sobre la mesa planes de amplio alcance en los frentes críticos de la zona, empezando por el anuncio del cese de las sanciones a Siria.
Paola Simonetti – Ciudad del Vaticano
Los ataques israelíes se anticiparon ayer, martes 13 de mayo, con una orden perentoria de evacuación a la población del norte de Gaza, en el campo de refugiados de Yabalia. Sin embargo, esta advertencia no fue suficiente para salvar la vida de al menos 60 personas, según informa Al Jazeera, muertas en los ataques. Bombardeos que, según denuncia la ONU, afectan cada vez más incluso a las pocas instalaciones sanitarias que siguen operativas, como la de Khan Younis, donde el ejército apuntó al departamento de cirugía del complejo médico Nasser y al hospital Europeo.
Los planes de Estados Unidos para Oriente Medio
De fondo, las operaciones diplomáticas del presidente estadounidense, Donald Trump, en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, donde hoy también podría vislumbrarse un plan para poner fin al conflicto en Gaza. En la Franja, Trump dijo que «la gente merece un futuro mejor». Ayer, además de las asociaciones bilaterales y las inversiones multimillonarias en diversos sectores económicos con Riad, el inquilino de la Casa Blanca también situó en el centro de su reunión con el príncipe Mohamed Bin Salman la necesidad de levantar las sanciones a Siria. Servirá «para darles la oportunidad de alcanzar la grandeza», dijo el presidente estadounidense en el Foro de Inversiones de la capital saudí. Un anuncio acogido con entusiasmo por el Gobierno sirio y la ONU, que ve en la relajación de las sanciones «un hecho positivo que invita a ampliar las inversiones» en el país. Y precisamente en el marco de Riad tuvo lugar la reunión entre Trump y el actual presidente sirio, Ahmad al-Sharaa, una cumbre «histórica» porque se celebró 25 años después de la última entre los líderes de ambos países.
La presión sobre Irán
Un tema candente en Arabia Saudí fue también el acuerdo en discusión, entre luces y sombras, con Irán sobre la cuestión nuclear. Aunque condenó las decisiones pasadas de los líderes iraníes, Trump se mostró dispuesto a «ofrecerles un nuevo y mejor camino hacia un futuro mucho más prometedor». El presidente estadounidense advirtió, sin embargo, que si el acuerdo no se materializa, la opción obligada será «infligir la máxima presión, llevando a cero las exportaciones de petróleo de Irán». «Ahora le toca a Teherán -advirtió Trump- decidir, pero nuestra oferta no durará para siempre».