El cardenal brasileño narra la experiencia de la elección papal y expresa su esperanza en una «Iglesia samaritana, Iglesia de los pobres, que sepa pensar en la Casa común». La esperanza del cardenal es que León XIV siga el mismo camino que emprendió con determinación Francisco, quien nunca perdió la oportunidad de preguntarse cómo vivía la gente en la Amazonía: «Debemos trabajar para asegurar más sacramentos en esta región; el anuncio debe convertirse en oración y pan».
Silvonei Protz y Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano
Una experiencia de inspiración universal del Espíritu. Así comentó a los medios vaticanos el cardenal Leonardo Ulrich Steiner , arzobispo de Manaos, su participación en el Cónclave que eligió a León XIV, cuya experiencia misionera aprecia mucho. Se trata de un aspecto que, a su juicio, dará al pontificado esa medida de atención a los pobres y al cuidado de la casa común, en la estela de su predecesor Francisco.
Queremos ser una Iglesia misionera, atenta a los pobres
En el Cónclave participaron siete cardenales brasileños, en representación de todas las regiones del país latinoamericano. “La experiencia profunda que más me ha tocado ha sido la de ser Iglesia”, afirma el cardenal, que confiesa que nunca pensó que un día podría participar en una decisión tan importante. Cantar las Letanías de Todos los Santos durante la procesión entre la Capilla Paulina y la Capilla Sixtina fue conmovedor: pensar que toda la Iglesia estaba allí, no solo las comunidades, rezando por nosotros para que el Espíritu Santo nos iluminara. Al canto del Veni Creator se percibía un espacio eclesial “tan ampliado” que el sentido de pertenencia a la Iglesia universal era muy fuerte y tangible. «Todos nos reunimos para servir a la elección del Papa y ahora todos queremos avanzar como Iglesia con León XIV. Lo haremos en la Amazonía, con él, porque nuestra Iglesia quiere ser misionera», insiste. El hecho de que Prevost tenga antecedentes de obispo misionero le parece a Steiner una excelente premisa para un magisterio que no descuide a los más frágiles: «Queremos ser una Iglesia samaritana, una Iglesia de los pobres. Una Iglesia que sepa pensar en la casa común, en la ecología integral que camina en la esperanza del Reino de Dios».
Siguiendo los pasos de Francisco, tan vinculado a la Amazonía
El cardenal recuerda el cariño que el Papa Francisco siempre ha tenido por la Amazonía, tanto que cuando ambos se conocieron, Bergoglio -quien convocó el Sínodo especial dedicado a la Región Panamazónica en 2019- le preguntó rápidamente: «¿Y la Amazonía?». «Tenía una conexión muy profunda», recuerda Steiner. «Quería saber cómo iban las cosas. Me llamó en tiempos de COVID, cuando estábamos viviendo una situación muy grave, sin oxígeno ni siquiera en los hospitales. Me pidió información. Estaba atento, muy preocupado por que la Iglesia fuera realmente acogedora, por que fuera una Iglesia comunitaria». Steiner está convencido de que el Papa León recibirá el mismo cuidado y atención: «No podemos olvidar que él viene de la misión. Y la Amazonia es una región de misión». Además, Brasil será sede de la Cop-30 en noviembre próximo y las esperanzas de que los líderes mundiales tengan en cuenta las necesidades de la gente que vive aquí son muy fuertes por parte de la Iglesia local.
El pueblo amazónico necesita alguien que les dé los sacramentos
Finalmente, entre los sueños del cardenal Steiner está el de «seguir siendo la Iglesia sinodal que somos». Subraya que, aunque sólo lleva cinco años viviendo en esa zona del mundo, se da cuenta de que la experiencia de la sinodalidad «ya es historia, ya se ha hecho historia». El camino recorrido por los laicos en su participación en la vida comunitaria, observa, se lleva a cabo desde hace cincuenta años. El otro sueño es que nuestras comunidades puedan celebrar la Eucaristía varias veces. Contamos con 1300 comunidades en la arquidiócesis con 173 sacerdotes. La mayoría vive en la ciudad de Manaos, con 2,3 millones de habitantes. La pobreza es considerable. ¿Cómo llevar la Eucaristía? «Creo que algún día, como Iglesia, debemos abordar este tema», añade Steiner. «Celebrar la Palabra de Dios es algo hermoso y profundo, pero necesitamos celebrar los sacramentos». No puede ser que una comunidad no lo tenga varias veces. Somos cuatro obispos y tratamos de administrar las Confirmaciones, por ejemplo, pero estas deben celebrarse en las comunidades, no fuera de ellas. Su esperanza es, por tanto, que podamos seguir el camino trazado por Francisco, quien, como señala el cardenal brasileño, insistió en este punto: el anuncio debe convertirse en oración y pan.