
El proceso de Allium agrega una capa delgada de acero inoxidable al acero de refuerzo convencional, lo que lo hace resistente a la corrosión y reduce la necesidad de reparaciones, disminuyendo también las emisiones de carbono.
- Tecnología: acero corrugado con revestimiento de acero inoxidable.
- Vida útil: de 30 a 100 años.
- Sin cambios en procesos industriales existentes.
- Menos reparaciones, menos emisiones.
- Aplicación actual: puentes, futuras: trenes, vigas, tuberías.
- Escalable a nivel mundial.
- Fundadores: dos ingenieros de MIT.
- En uso ya en EE. UU.: California y Florida.
UNA SOLUCIÓN URGENTE PARA LA INFRAESTRUCTURA ACTUAL
En países como Estados Unidos, uno de cada tres puentes requiere reparación o reemplazo, lo que equivale a más de 200.000 estructuras deterioradas. El motivo principal: el uso de acero corrugado (rebar) convencional que, con el tiempo, acumula óxido, fractura el hormigón que lo rodea y acelera el colapso estructural.
UNA TECNOLOGÍA QUE TRIPLICA LA VIDA ÚTIL
La startup Allium Engineering ha desarrollado una solución con un impacto potencialmente transformador: revestir el acero corrugado con una fina capa de acero inoxidable que lo vuelve prácticamente inmune a la corrosión. Esto triplica la vida útil de puentes y otras infraestructuras, pasando de unos 30 años a más de 100 años sin intervención significativa.
VENTAJAS CLAVE
- Durabilidad extrema: El revestimiento de acero inoxidable evita la oxidación, el enemigo número uno del concreto armado.
- Sustentabilidad: Al reducir la necesidad de reemplazos frecuentes, también se disminuyen significativamente las emisiones de CO₂ asociadas con la fabricación, transporte y demolición de materiales.
- Integración sin fricciones: El sistema de Allium se incorpora sin modificar los procesos industriales existentes, facilitando su adopción masiva.
- Escalabilidad: La tecnología está diseñada para integrarse en acerías convencionales sin requerir maquinaria nueva o costosa.
UNA INNOVACIÓN QUE YA ESTÁ EN FUNCIONAMIENTO
La fábrica de Allium en Billerica (Massachusetts) ya ha producido unas 100 toneladas de su rebar con recubrimiento inoxidable, que se están usando en proyectos en California y Florida. Su planta actual puede generar hasta 1.000 toneladas al año, y la empresa busca expandirse cerca de otras acerías para producir localmente y reducir aún más la huella de carbono.
INGENIERÍA DETRÁS DE LA TECNOLOGÍA
El proceso desarrollado por Allium consiste en aplicar el revestimiento antes del laminado, cuando los lingotes aún no han sido estirados. Utilizando maquinaria de soldadura ya existente, la capa de acero inoxidable se fusiona con el acero reciclado base, procedente de automóviles o electrodomésticos. Luego, el acero recubierto pasa por el proceso habitual de laminado, generando 1,6 kilómetros de rebar por cada barra original de 12 metros.
El resultado: un producto que se comporta como el acero corrugado tradicional —se corta, dobla e instala igual— pero que resiste décadas más sin deteriorarse.
MÁS ALLÁ DE LOS PUENTES
Aunque por ahora Allium se centra en el rebar, la tecnología tiene potencial para aplicarse en otros elementos críticos como vías férreas, vigas estructurales, tuberías industriales y plantas de energía. Todos ellos sufren por la corrosión y representan enormes costos de mantenimiento y riesgos estructurales.
POTENCIAL DE ESTA TECNOLOGÍA
- Reducción de residuos: Menos puentes demolidos implica menos escombros y materiales enviados a vertederos.
- Menor consumo de recursos: Aumentar la durabilidad de los materiales reduce la demanda de nuevas materias primas y energía para producirlas.
- Infraestructura resiliente: En contextos de cambio climático, contar con estructuras que no requieren reemplazo frecuente aumenta la capacidad de adaptación urbana.
- Sustitución del amianto: Este tipo de innovación permite reemplazar infraestructuras antiguas que aún contienen materiales peligrosos como el amianto, eliminando riesgos para la salud.
- Aceleración de la transición ecológica: Al integrarse fácilmente en procesos industriales existentes, su adopción masiva no necesita nuevas infraestructuras, lo que facilita una transición rápida y eficiente hacia modelos constructivos más sostenibles.
Allium Engineering demuestra que la solución a uno de los mayores desafíos estructurales del siglo XXI puede estar en una fina capa de acero inoxidable, invisible a simple vista, pero con un impacto colosal en la sostenibilidad del planeta.
Vía: mit.edu
Más información: www.alliumeng.com