En las últimas semanas, el precio de la memoria DDR4 ha aumentado hasta un 56%, según datos de DigiTimes. Este salto en el costo de los chips de 8 GB y 16 GB en el mercado spot está generando preocupación en todo el sector tecnológico, afectando tanto a usuarios domésticos como a empresas y fabricantes de servidores. Y si bien la transición hacia DDR5 es inevitable, este aumento repentino pone en evidencia que la DDR4 aún tiene un rol clave en muchas plataformas actuales.
La principal razón del encarecimiento es el abandono progresivo de la producción de DDR4 por parte de los grandes fabricantes. Compañías como Samsung, Micron y SK Hynix están concentrando sus recursos en DDR5 por su mayor rentabilidad. De hecho, Samsung planea cesar totalmente la fabricación de DDR4 este mes de junio. A esto se suma el retiro de CXMT, uno de los principales proveedores chinos, por una decisión estratégica del gobierno local.
La memoria DDR4 sube de precio hasta un 56%.
Pero la situación se complica aún más por las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, que han disparado el acopio preventivo de componentes estratégicos. Este “stockpiling” está empujando la demanda justo cuando la oferta cae, generando un círculo especulativo en el mercado spot. Según las proyecciones, podríamos ver nuevas subidas del 10 al 20% durante el tercer trimestre de 2025 si más fabricantes abandonan la DDR4.
La paradoja es que, mientras la DDR4 se vuelve obsoleta para algunos, en sectores industriales e integrados (como los servidores con Intel Ice Lake y AMD Milan) sigue siendo vital. Esto lleva a una situación insólita, y la memoria antigua empieza a costar lo mismo (o incluso más) que la DDR5, solo por su escasez. Para muchos, esto marca el comienzo de la conversión de la DDR4 en un artículo “premium” para mercados de nicho.
Fuente: Tom’s Hardware