
La espuma combina conductividad eléctrica, aislamiento térmico y capacidad ignífuga, lo que la hace ideal para la construcción sostenible.
- Espuma hecha con algas marinas y MXenes.
- Aislante térmico, conductora de electricidad, ignífuga.
- Sustituye materiales tóxicos como el amianto.
- Ideal para eficiencia energética en edificios.
- Biodegradable, sin residuos nocivos.
- Potencial para detectar incendios.
- Avance clave hacia la construcción sostenible.
Espuma multifuncional para una construcción más segura y eficiente
Un equipo internacional con participación del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC), vinculado al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, ha desarrollado un nuevo material revolucionario: una espuma multifuncional que combina aislamiento térmico, conductividad eléctrica y propiedades ignífugas. El hallazgo ha sido publicado en la revista Nanoscale Horizons.
El material, diseñado en forma de espuma, surge de la combinación de alginato, un biopolímero extraído de algas marinas, con MXenes, materiales bidimensionales formados por titanio y carbono, conocidos por su alta conductividad y resistencia mecánica.
Una respuesta directa al problema energético de los edificios
La calefacción y refrigeración de edificios representa el 25 % del consumo energético global. Además, la fabricación de los materiales aislantes tradicionales supone una huella ecológica significativa. Esta nueva espuma ofrece una alternativa limpia y eficiente, capaz de:
- Reducir el consumo energético mediante aislamiento térmico de alto rendimiento.
- Generar electricidad, por ejemplo, a partir de vibraciones o diferencias térmicas.
- Detectar y alertar de incendios, lo que refuerza la seguridad pasiva del edificio.
Cómo funciona esta nueva espuma
El secreto de este nuevo material está en su estructura porosa y en la sinergia entre sus componentes:
- Las espumas atrapan aire, reduciendo la transmisión del calor y proporcionando un excelente aislamiento.
- Los MXenes, con un grosor de apenas 1–2 nanómetros, actúan como conductores eléctricos con flexibilidad y estabilidad mecánica.
- El alginato no solo es biodegradable, sino que también permite que el material sea ignífugo sin añadir compuestos tóxicos, a diferencia de los aislantes tradicionales que muchas veces contienen amianto o retardantes de llama dañinos.
Cuando se integra en un sistema eléctrico, la espuma puede detectar el inicio de un fuego, enviando señales que activan alarmas o medidas de contención.
Un paso más allá de la eficiencia energética
Este desarrollo no solo representa una mejora técnica, sino también una solución ecológica frente a los materiales convencionales usados en construcción, muchos de los cuales son contaminantes y peligrosos. La espuma basada en algas marinas no genera residuos tóxicos, es totalmente biodegradable y puede fabricarse a partir de recursos abundantes y renovables.
Potencial de esta tecnología
La aplicación masiva de esta espuma podría transformar la industria de la construcción, haciéndola mucho más respetuosa con el medioambiente:
- Sustitución de aislantes tóxicos.
- Reducción de emisiones de CO₂ en edificios, al mejorar la eficiencia térmica.
- Disminución de la demanda energética en climatización.
- Uso de materiales naturales y renovables, como las algas.
- Construcción de viviendas más seguras, con sistemas pasivos de alerta contra incendios.
En un contexto global donde se exige mayor sostenibilidad en todos los sectores, este tipo de materiales representan una innovación estratégica, no solo por su rendimiento técnico, sino por su impacto positivo en el entorno y la salud humana.
Vía Crean un material basado en algas marinas capaz de generar electricidad y prevenir incendios | Consejo Superior de Investigaciones Científicas