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Nuevo estudio demuestra que los peces sufren un «dolor intenso» durante al menos 10 minutos después de la captura, los científicos piden reformas

Nuevo estudio demuestra que los peces sufren un «dolor intenso» durante al menos 10 minutos después de la captura, los científicos piden reformas


El estudio muestra que la asfixia aérea, un método común de matanza, provoca una angustia severa y prolongada en los peces, con algunos sufriendo hasta 25 minutos antes de perder la conciencia.

  • Truchas arcoíris sufren hasta 25 minutos tras ser sacadas del agua
  • Dolor intenso durante 10 minutos promedio tras asfixia por aire
  • Marco “Welfare Footprint” mide sufrimiento en minutos por kilogramo
  • Métodos actuales: dolorosos e ineficaces (asfixia, hielo)
  • Aturdimiento eléctrico o percutivo puede reducir sufrimiento drásticamente
  • Políticas actuales ignoran el sufrimiento pre-sacrificio
  • Nueva herramienta para evaluar y mejorar bienestar animal en la pesca

Científicos demuestran que los peces sufren «dolor intenso» durante al menos 10 minutos tras ser capturados

Cada año, más de 2 billones de peces silvestres y de cultivo mueren para alimentar a la humanidad. Pero pocas veces se reconoce su sufrimiento. Nuevas investigaciones demuestran que no solo sienten dolor, sino que ese dolor puede durar mucho más de lo que se pensaba.

Dolor medible, sufrimiento evitable

Las truchas arcoíris, una especie comúnmente criada y consumida, no solo mueren al ser expuestas al aire: experimentan una angustia intensa y prolongada. Un estudio publicado en Scientific Reports cuantificó ese sufrimiento con un nuevo enfoque: el Welfare Footprint Framework (WFF).

Este sistema mide el dolor en minutos por kilogramo y permite comparar entre especies y métodos. En condiciones normales, una trucha puede sufrir entre 10 y 24 minutos de dolor tras ser sacada del agua. Este dolor se manifiesta en etapas: desde el pánico inicial hasta la pérdida final de consciencia.

La fisiología detrás del sufrimiento

Cuando un pez es retirado del agua:

  • Sus branquias colapsan.
  • Entra en pánico y jadea.
  • Se acumula dióxido de carbono y se agota el oxígeno.
  • Se alteran el pH y la bioquímica sanguínea.

Todo esto ocurre mientras el animal sigue moviéndose, consciente y en dolor. Este proceso puede durar hasta 25 minutos, dependiendo del método de sacrificio y las condiciones ambientales.

Métodos actuales: dolor innecesario

La asfixia por aire sigue siendo legal y común en muchas partes del mundo. El uso de hielo o lechos de hielo tampoco mejora mucho la situación: ralentiza el metabolismo, pero prolonga la conciencia y el miedo. Además, puede causar daño térmico a los tejidos y aumentar el estrés.

Las condiciones previas al sacrificio —hacinamiento, transporte, manipulación brusca— también contribuyen significativamente al sufrimiento, pero rara vez se regulan o supervisan.

Aturdimiento: una solución real, poco aplicada

Existen dos métodos viables de aturdimiento previo:

  • Aturdimiento eléctrico: Puede reducir entre 60 y 1.200 minutos de sufrimiento por cada euro invertido, si se aplica correctamente.
  • Aturdimiento percutivo: Consiste en un golpe directo en la cabeza. Es más efectivo en laboratorio, pero difícil de escalar debido a la variabilidad en el tamaño del pez y la fatiga del operario.

Ambos métodos, bien aplicados, reducen radicalmente el sufrimiento. Sin embargo, su implementación es irregular y muchas veces deficiente.

Un nuevo lenguaje para el dolor animal

El WFF no impone etiquetas fijas, sino que trabaja con probabilidades. Por ejemplo, si hay un 40 % de probabilidad de que un estímulo cause dolor incapacitante y otro 40 % de que sea extenuante, el marco considera ambos escenarios.

Esta flexibilidad se asemeja a los modelos de salud pública, como los años de vida perdidos por enfermedad. Ahora se puede hablar en términos de minutos de sufrimiento evitado.

Implicaciones para políticas y consumidores

Reducir el sufrimiento en los minutos finales es más fácil de implementar que cambios estructurales a largo plazo. Mejorar el aturdimiento y capacitar al personal podría impactar positivamente a miles de millones de peces.

  • Los gobiernos pueden usar estos datos para actualizar leyes de sacrificio.
  • Los sistemas de certificación pueden exigir estándares mínimos.
  • Los consumidores ahora pueden tomar decisiones informadas sobre el pescado que consumen.

Más allá de la trucha: una realidad compartida

Aunque el estudio se centró en la trucha arcoíris, los mecanismos fisiológicos —hipoxia, acidosis, fallo metabólico— son similares en otras especies como el salmón, el bagre, la lubina o la tilapia.

Cada especie requerirá ajustes específicos en los métodos de sacrificio, pero el marco de medición ya está disponible.

Reducir el sufrimiento animal también es una forma de avanzar hacia un modelo de producción más consciente, menos violento y alineado con los valores ecológicos y sostenibles del siglo XXI.

Más información: Quantifying the welfare impact of air asphyxia in rainbow trout slaughter for policy and practice | Scientific Reports



Fuente

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