DOOM The Dark Ages con Path Tracing es brutal y exigente

Desde su regreso triunfal en 2016, DOOM se volvió sinónimo de acción extrema, velocidad y brutalidad visual. Con DOOM Eternal, id Software llevó todo eso al límite, apostando por un combate ultra dinámico y una dirección artística que combinaba tecnología con horror demoníaco. Pero ahora, con DOOM: The Dark Ages, el estudio le da un giro total a la fórmula, una precuela en clave medieval, con castillos, criaturas arcanas y una ambientación oscura donde el Slayer sigue siendo una máquina de destrucción, pero con nuevas reglas.
Si querés conocer a fondo cómo se siente esta nueva entrega, podés leer nuestra review completa de DOOM: The Dark Ages.
Lo interesante es que, a pesar del cambio de época, el apartado técnico no se quedó en el pasado. El motor idTech sigue evolucionando, y ahora se potencia aún más con la llegada de Path Tracing, una de las técnicas de iluminación más avanzadas de la industria. Si pensabas que ya habías visto suficiente fuego, sangre y partículas en pantalla, ahora el juego lleva su apartado visual al siguiente nivel, con reflejos, sombras y luz global mucho más realistas, todo en tiempo real.
Esta novedad convierte a DOOM: The Dark Ages en una excelente excusa para poner a prueba tu PC. Con el soporte oficial de Path Tracing, el juego se suma a títulos como Cyberpunk 2077 o Portal RTX, que exigen lo mejor del hardware actual. ¿Querés saber cuántos FPS da una RTX 5090 en 4K con Path Tracing activado?
Tecnologías de NVIDIA
Path Tracing es una técnica avanzada de iluminación que busca simular de forma realista cómo se comporta la luz en el mundo real. A diferencia del Ray Tracing tradicional, que calcula reflejos o sombras de forma más limitada, el Path Tracing recrea la iluminación completa de una escena, cómo la luz rebota, se filtra, ilumina indirectamente y genera sombras naturales en todos los rincones. En pocas palabras, es lo más cercano que tenemos hoy a iluminación fotorrealista en tiempo real.
En los videojuegos, esto se traduce en escenarios más vivos y coherentes visualmente. Las fuentes de luz afectan todo a su alrededor de forma real, los reflejos son más precisos incluso en superficies rugosas o curvas, y los materiales reaccionan de forma más natural al entorno. Elementos como el fuego, los portales o las armas brillantes en DOOM: The Dark Ages ganan una profundidad brutal cuando se renderizan con Path Tracing. Y cuando hablamos de ambientes oscuros y medievales llenos de partículas, armaduras y explosiones, el salto visual es evidente.
Vale la pena porque cambia la experiencia visual por completo. No es solo una mejora estética, Path Tracing aumenta la inmersión, hace que los combates se vean más intensos, y que los escenarios se sientan más reales y amenazantes. Eso sí, requiere muchísima potencia gráfica, por eso es también una forma ideal de testear el rendimiento de tu PC.
Path Tracing necesita ayuda
Path Tracing es muy demandante de hardware y necesita ayuda de todo el arsenal de tecnologías de NVIDIA, como DLSS (Deep Learning Super Sampling) 4, que es la última versión del sistema de reescalado inteligente de NVIDIA. Usa IA y núcleos Tensor en las RTX para renderizar el juego a menor resolución y luego escalarlo a 4K (o la que uses) sin que pierda calidad visual. En la práctica, DLSS 4 ahorra muchos recursos y aumenta los FPS mientras el juego sigue viéndose brutal. Es especialmente útil en Path Tracing, donde cada pixel cuenta.
También tenemos Reflex no mejora los gráficos ni los FPS, pero es igual de importante, reduce la latencia entre lo que hacés y lo que ves en pantalla. En juegos rápidos como DOOM, esto significa que tus movimientos y disparos se sienten más inmediatos, incluso cuando la carga gráfica es altísima por el Path Tracing. Reflex mantiene la jugabilidad fluida, evitando que el input lag arruine la experiencia.
Por ultimo esta Frame Generation, una tecnología que literalmente inserta cuadros generados por IA entre los frames reales del juego. Es como si la GPU te regalara FPS adicionales sin que el sistema tenga que renderizarlos desde cero. Combinado con DLSS 4, Frame Generation puede duplicar (o más) los FPS, haciendo que incluso con Path Tracing activado, el juego corra ultra fluido en 4K.
Rendimiento












Las imágenes lo dejan claro, el Path Tracing le aporta más vida, más realismo y ese extra visual que realza aún más un juego ya pulido como DOOM: The Dark Ages.
Rendimiento con Ryzen 9 9950X3D y RTX 5090
Para probar el Path Tracing en DOOM: The Dark Ages usamos una PC preparada para estas locuras, equipada con un Ryzen 9 9950X3D, una GeForce RTX 5090, 32 GB de RAM DDR5 a 6400 MHz de XPG, SSD XPG y fuente de 1300W Platinum, también de XPG. Como se imaginarán, es un equipo de gama altísima… pero incluso así, sin DLSS, el juego no pasa de los 30 FPS estables con Path Tracing activado.
La historia cambia por completo cuando activamos DLSS 4, tanto en su modo normal como en X3 y X4. En todos los casos, el rendimiento mejoró de forma notable, pero fue con DLSS 4 X4 donde realmente el juego brilló, fluido, estable y sin comprometer la calidad visual.
A pesar de lo exigente que es DOOM en su jugabilidad, especialmente con un ritmo tan frenético, no notamos problemas de latencia usando DLSS 4 X4. Todo respondió perfecto, y eso que este es un juego en donde cada milisegundo importa.
Conclusión
DOOM: The Dark Ages ya era una bestia visual, con castillos, bichos enormes y explosiones por todos lados. Pero cuando activás el Path Tracing, todo se va al siguiente nivel. Las luces, las sombras y los reflejos hacen que cada pelea parezca una película, todo se ve más vivo, más real. No es solo una mejora gráfica, es otra forma de jugar. Si tenés el hardware para bancarlo, activarlo no es una opción… es obligación.
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