Intel está atravesando una de sus reestructuraciones más grandes en años. La compañía confirmó que despedirá entre el 15% y el 20% del personal de su división Intel Foundry Services, o IFS, para recortar costos y optimizar su capacidad de producción de chips. Este ajuste impactará especialmente en las plantas ubicadas en Oregón y otras instalaciones clave, donde se concentran miles de ingenieros y técnicos.
El anuncio surgió tras un correo interno filtrado del vicepresidente de fabricación, Naga Chandrasekaran, quien calificó la medida como “dolorosa pero necesaria” ante la situación financiera y la competencia feroz con TSMC, líder mundial en fabricación de semiconductores. Aunque no hay cifras oficiales, se estima que los despidos a nivel global superarán las 10.000 personas, afectando no solo al negocio interno de Intel, sino también a sus servicios de fabricación para terceros.
Intel se prepara para despedir al 20% de sus empleados.
Los recortes no vendrán acompañados de indemnizaciones voluntarias. En su lugar, Intel eligió un proceso de selección interna basado en el rendimiento, la reestructuración de proyectos y una reevaluación de su cartera de inversiones. Este giro marca una estrategia más agresiva para acelerar el camino hacia nodos más pequeños, como los Intel 18A y 14A, y ponerse a la altura o incluso superar a TSMC en tecnología de vanguardia.
La compañía, que cerró 2024 con más de 109.000 empleados, ya había echado a 15.000 de ellos el año pasado. Esta nueva ola de despidos refleja no solo un ajuste organizacional, sino un cambio de mentalidad dentro de Intel, que busca dejar atrás su imagen de gigante lento y burocrático.
Fuente: Tom’s Hardware
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