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Australia prueba tecnología solar pionera que podría reemplazar combustibles fósiles en la industria pesada con hidrógeno verde

Australia prueba tecnología solar pionera que podría reemplazar combustibles fósiles en la industria pesada con hidrógeno verde


La agencia científica nacional de Australia, CSIRO, ha desarrollado un reactor solar llamado beam-down para producir hidrógeno verde de forma más eficiente.

  • Industrias difíciles de electrificar → Acero, hierro, alúmina.
  • Nueva tecnología solar → Reactor «beam-down» para hidrógeno verde.
  • Sin emisiones → Usa óxidos metálicos y vapor de agua.
  • Alta eficiencia → Más de 20 % de conversión solar a hidrógeno.
  • Primera prueba en Australia → Centro de Energía de CSIRO, Newcastle.
  • Material clave → Ceria dopada, reutilizable.
  • Gran potencial → Descarbonizar industrias y exportar energía limpia.

El desafío de las industrias difíciles de electrificar

Las industrias pesadas como la siderurgia, producción de hierro y alúmina consumen enormes cantidades de energía y dependen en gran medida de combustibles fósiles. Su electrificación es técnicamente compleja y económicamente costosa. Estas actividades representan una parte considerable de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Actualmente, el 75 % de la energía consumida en Australia proviene de fuentes fósiles, a pesar de la presencia extendida de paneles solares domésticos. El sector industrial y el transporte siguen siendo los grandes pendientes de la transición energética.

Hidrógeno verde: el combustible limpio del futuro

El hidrógeno verde es producido mediante la división del agua sin emisiones contaminantes. El método más común, la electrólisis, es costoso y consume mucha electricidad. Por eso, investigadores del CSIRO buscan rutas más eficientes.

La clave es producir hidrógeno en gran escala, de forma estable, económica y sin usar gas natural, que da lugar al llamado «hidrógeno gris», con emisiones asociadas.

La innovación beam-down: solar concentrado para hidrógeno

Con financiación de ARENA, el CSIRO ha desarrollado un reactor solar «beam-down», una instalación pionera en Australia. Este sistema se diferencia de los receptores solares tradicionales porque dirige la luz concentrada hacia abajo, en lugar de hacia arriba.

Funciona así:

  • Un campo de heliostatos (espejos que siguen al sol) refleja la luz hacia lo alto de una torre central.
  • La torre redirige la luz solar hacia abajo, sobre un reactor ubicado en una plataforma.
  • Dentro del reactor, la energía térmica provoca una reacción química que descompone el agua (en forma de vapor) en hidrógeno y oxígeno.

Este diseño aprovecha al máximo la energía solar y permite realizar pruebas de alta temperatura con mayor control y eficiencia.

El corazón del reactor

El material activo dentro del reactor es la ceria dopada, una forma modificada del mineral ceria que mejora su comportamiento térmico y químico. Su funcionamiento se basa en un ciclo redox de dos pasos:

  1. Al ser calentada con energía solar, libera átomos de oxígeno.
  2. Cuando se expone a vapor de agua, absorbe oxígeno del H₂O, liberando hidrógeno puro como subproducto.

Este material se puede reutilizar repetidamente, haciendo el proceso más económico y sostenible.

Según el Profesor Tatsuya Kodama, de la Universidad de Niigata (Japón), el rendimiento del sistema es más del triple que otros métodos con materiales estándar. Esta mejora podría escalar la eficiencia de futuros diseños industriales.

Un nuevo horizonte para la energía solar térmica

El diseño beam-down no solo es útil para generar hidrógeno. Su arquitectura permite realizar pruebas a alta temperatura con mayor versatilidad. El receptor orientado hacia arriba facilita el estudio de reacciones químicas y procesos con materiales sólidos, como la refinación de metales sin carbono.

El Dr. Noel Duffy del CSIRO lo considera un salto significativo en las capacidades de investigación solar térmica en Australia, y un puente hacia tecnologías más avanzadas de descarbonización.

Un sistema eficiente, listo para escalar

El prototipo logró completar todo el ciclo termoquímico de producción de hidrógeno, alcanzando una eficiencia solar superior al 20 %, cifra que supera el rendimiento de muchos sistemas actuales (usualmente cerca del 15 %).

El Dr. Jin-Soo Kim, líder del proyecto, destaca que el proceso logra esta eficiencia con temperaturas más moderadas y un diseño más simple que otras alternativas térmicas. Aunque aún no es una solución industrial, los resultados prometen alcanzar la competitividad con la electrólisis en un futuro cercano.

Potencial de esta tecnología

Este avance tiene implicaciones globales. El hidrógeno verde producido con energía solar térmica:

  • Podría alimentar industrias pesadas sin emisiones, eliminando el uso de carbón y gas.
  • Reduce la dependencia de redes eléctricas sobrecargadas al usar energía solar directa.
  • Permite almacenar energía solar en forma de combustible, lo que facilita su uso nocturno o en lugares remotos.
  • Convierte zonas soleadas y áridas en centros de producción energética limpia.
  • Posiciona a países como Australia como exportadores de energía sin carbono, a través de hidrógeno comprimido o derivados como el amoníaco verde.

La tecnología beam-down no solo mejora la eficiencia del hidrógeno verde, sino que abre la puerta a una nueva generación de soluciones renovables capaces de transformar las bases energéticas de nuestra civilización.

Vía Beam-down breakthrough: how sunlight is fuelling the future of green hydrogen – CSIRO



Fuente

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