Advertisement

Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

Este organismo promueve la sagrada liturgia según la renovación emprendida por el Concilio Vaticano II. Se encarga de la redacción, revisión y actualización de las ediciones típicas de los libros litúrgicos.

Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano

La Iglesia no puede dejar de sentir la pasión por el crecimiento espiritual. Este anhelo marca, en particular, la misión del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que promueve la sagrada liturgia según la renovación emprendida por el Concilio Vaticano II. Como se lee en la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, es tarea del Dicasterio “ocuparse de la redacción o de la revisión y actualización de las ediciones típicas de los libros litúrgicos”.

Asimismo, corresponde a este organismo confirmar “las traducciones de los libros litúrgicos a las lenguas actuales y otorgar la recognitio (aprobación) a sus adecuados ajustes a las culturas locales, legítimamente aprobados por las Conferencias Episcopales”. El prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos es el cardenal Arthur Roche, y el secretario es monseñor Vittorio Francesco Viola.

Historia

La historia de este organismo está ligada ante todo a una fecha: en 1588, el Papa Sixto V, con la Constitución Apostólica Immensa Aeterni Dei, decidió instituir la Sagrada Congregación de los Ritos, con la tarea, entre otras cosas, de regular y dirigir los ritos sagrados de la Iglesia latina. En el marco de una reforma más amplia de la Curia Romana, San Pío X (1903-1914), mediante la Constitución Apostólica Sapienti Consilio, instituyó en 1908 la Sagrada Congregación para la Disciplina de los Sacramentos. Al recorrer la historia se llega luego al umbral del tercer milenio. La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos fue instituida por el Papa San Juan Pablo II (1978-2005) el 2 de junio de 1988 con la Constitución Apostólica Pastor Bonus. Con la Constitución Praedicate Evangelium, este organismo ha adoptado su actual denominación de Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Un bautismo (Nadiia Koval)

Un bautismo (Nadiia Koval)   (Nadiia Koval)


Confrontación con las Comisiones episcopales


La colaboración es uno de los rasgos distintivos también de este Dicasterio, que ayuda a los obispos a ser moderadores, promotores y custodios de toda la vida litúrgica de la Iglesia que les ha sido confiada, proporcionando indicaciones y sugerencias para promover una correcta formación litúrgica. Para desempeñar del mejor modo sus propias tareas, el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, se subraya en la Constitución
Praedicate Evangelium, se vale además “de la colaboración y del diálogo periódico con las Comisiones episcopales para la Liturgia de las diversas Conferencias episcopales y con los Comités Internacionales para las traducciones de los libros litúrgicos en las lenguas comunes a varias naciones, valorando, además, con atención el aporte en materia litúrgica de los Institutos de estudios superiores eclesiásticos”.

Trabajar para que el pueblo de Dios crezca en la alegría

La formación litúrgica es una brújula para conducir al pueblo al buen pasto, a un camino que esté iluminado por la Palabra de Dios. Como ha dicho el Papa Francisco durante su Pontificado, la misión de la Iglesia no puede prescindir de un compromiso: el de “trabajar para que el pueblo de Dios crezca en la conciencia y en la alegría de encontrar al Señor celebrando los santos misterios y, encontrándolo, tenga vida en su nombre”. En esta perspectiva está llamado a actuar el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Enable Notifications OK No thanks