Los creadores de estos ataúdes y las familias que los eligen buscan transformar la muerte en un acto que beneficie al planeta, honrando el ciclo natural de la vida.
- Primer entierro con ataúd de hongos en Norteamérica.
- Ocurrió en Maine, EE. UU., junio de 2025.
- Ataúd 100 % de micelio, se degrada en 45 días.
- Sin químicos, sin madera ni concreto.
- Enriquecimiento del suelo en lugar de contaminación.
- Tendencia creciente: más de 2.500 entierros en Europa.
- Alternativa ecológica al entierro tradicional.
Primer entierro con ataúd de hongos en Norteamérica: una nueva forma de regresar a la Tierra
El 1 de junio de 2025, Mark C. Ancker fue enterrado en un ataúd de hongos en Industry, Maine, marcando el primer entierro de este tipo en Norteamérica. El ataúd, fabricado por Loop Biotech, está compuesto completamente de micelio, la red de filamentos que constituye la base subterránea de los hongos. Este innovador recipiente se biodegrada en tan solo 45 días y transforma el proceso de descomposición en un acto regenerativo para la naturaleza.
¿Por qué importa?
Los entierros tradicionales requieren grandes cantidades de recursos y generan un impacto ecológico notable:
- Aproximadamente 32 millones de litros de fluido de embalsamamiento al año en EE. UU.
- 6,1 millones de toneladas de madera y concreto reforzado con acero.
- Ocupan terreno por siglos sin aportar valor ecológico.
En cambio, el ataúd de micelio se cultiva en una semana, no requiere ningún tipo de barniz ni adhesivo tóxico, y favorece la regeneración del suelo, permitiendo que nuevas plantas crezcan a partir del cuerpo enterrado.
Una alternativa en crecimiento
Desde 2021, más de 2.500 entierros con ataúdes de hongos se han realizado en Europa, gracias a Loop Biotech. La llegada a Norteamérica representa un cambio potencial de paradigma en las prácticas funerarias.
Según el Green Burial Council, organización sin fines de lucro que certifica opciones de entierro ecológicas desde 2005:
- Aumento del 72 % en cementerios que buscan alternativas sostenibles.
- Más de 250 proveedores certificados y 400 cementerios ecológicos en EE. UU. y Canadá.
Este tipo de entierro también prescinde del embalsamamiento, el uso de ataúdes con recubrimientos sintéticos y el concreto. En su lugar, se priorizan materiales biodegradables y la descomposición natural del cuerpo.
La visión de un legado ecológico
“Los funerales pueden ser más que finales: pueden ser comienzos”, afirma Bob Hendrikx, fundador de Loop Biotech. La empresa promueve una filosofía en la que la muerte no es solo una pérdida, sino una oportunidad para enriquecer la vida natural. Este enfoque es compartido por organizaciones como la Global Green Burial Alliance, que trabaja gratuitamente para educar a las familias sobre estas opciones y reconectar a las personas con el proceso de la muerte como parte del ciclo natural.
La familia Ancker, que celebró el servicio en un terreno privado en Maine, espera que su decisión inspire a otros a despedirse de manera más consciente y sostenible.
Los ataúdes de micelio representan una solución clara a múltiples problemas ambientales:
- Reducción significativa de emisiones relacionadas con la producción de ataúdes convencionales.
- Evita la contaminación del suelo y del agua por fluidos tóxicos de embalsamamiento.
- Fomenta la biodiversidad al mejorar la calidad del suelo.
- Requiere menos recursos naturales para su fabricación.
- Puede ser integrado fácilmente en normativas de entierro natural en terrenos privados o cementerios ecológicos.
En conjunto, este tipo de innovaciones ayuda a descarbonizar un sector históricamente ignorado dentro de la conversación ambiental. La muerte, inevitable como es, puede convertirse en un acto final de coherencia con los valores ecológicos de quienes buscan un futuro más verde.
Vía loop-biotech.com
