Microsoft confirmó el despido del 4% de su todos sus empleados, una medida que afectó directamente a varios estudios de Xbox. Entre las decisiones más polémicas está la cancelación de Blackbird, un MMO de ZeniMax Online Studios que venía en desarrollo desde 2018. Lo llamativo es que, a diferencia de otros proyectos con problemas, este título avanzaba sin tropiezos y había sido muy bien recibido internamente, incluso por Phil Spencer, quien según testigos, no podía dejar de jugar su última demo.
Blackbird, el MMO que enamoró y que terminó en la papelera
Blackbird era una apuesta fuerte, con una jugabilidad en tercera persona que combinaba elementos de disparos y exploración vertical en entornos futuristas inspirados en Blade Runner. Los jugadores podían realizar saltos dobles, carreras aéreas y usar un gancho para desplazarse. El proyecto estaba planeado para 2028 y contaba con alrededor de 300 desarrolladores trabajando a tiempo completo. A pesar de ese respaldo y del entusiasmo que generaba, el equipo recibió esta semana la noticia de su cancelación, sin ninguna explicación oficial por parte de Microsoft.
El impacto fue inmediato y desordenado. Primero se cerraron las cuentas de Slack del productor ejecutivo y del director creativo. Luego, los empleados fueron convocados a una reunión donde se confirmó la cancelación y el inicio de despidos. Sin embargo, la situación se volvió aún más confusa cuando se supo que, debido a la sindicalización de ZeniMax Online, Microsoft no puede despedir al personal sin llegar a un acuerdo con el sindicato. Esto dejó a muchos desarrolladores en una especie de limbo laboral, donde siguen cobrando sueldo pero sin saber si conservarán sus puestos.
Esta cancelación no solo afecta el futuro del estudio, sino que marca un precedente inquietante dentro de la industria. Blackbird no era un proyecto improvisado, ya que ZeniMax Online tiene una larga trayectoria en el género, siendo el responsable de The Elder Scrolls Online, uno de los MMOs más exitosos y duraderos. Además, el desarrollo del nuevo juego ya había superado varias etapas críticas, lo que hace que su cierre abrupto resulte todavía más desconcertante.
Despidos, confusión y empleados en el limbo
Matt Firor, fundador del estudio, renunció de inmediato tras conocerse la cancelación, una decisión que parece estar relacionada con la falta de comunicación desde la dirección de Xbox. Todo indica que Microsoft consideró a Blackbird como una inversión de alto riesgo. Este golpe deja a ZeniMax sin su próximo gran título y al equipo sin una dirección clara.
Fuente: GamingBolt
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