El drama detrás del desarrollo de Subnautica 2 sigue empeorando. Todo empezó con un sorpresivo cambio de liderazgo que ahora se transformó en una batalla legal pública entre Krafton, empresa matriz del estudio Unknown Worlds, y los tres principales responsables del éxito original de la saga, Charlie Cleveland, Max McGuire y Ted Gill. El motivo es una disputa por un bono de hasta 250 millones de dólares, que estaba atado al rendimiento del juego.
Una ruptura explosiva entre los creadores y Krafton
Todo comenzó la semana pasada cuando Krafton echó de forma inmediata a Cleveland, McGuire y Gill de sus cargos ejecutivos, nombrando en su lugar a Steve Papoutsis, ex CEO de Striking Distance (The Callisto Protocol). Poco después, Cleveland reaccionó con un comunicado en el que describió la situación como sorprendente y dolorosa, asegurando que el juego estaba listo para Acceso Anticipado, pero que ya no está bajo su control.
La gota que rebalsó el vaso llegó esta semana cuando Krafton anunció que Subnautica 2 se retrasa a 2026, lo cual hace imposible cumplir con los objetivos de ingresos que activaban el pago del bono de 250 millones. Ese bono (según confirmó la propia Krafton) estaba asignado en un 90% al trío removido, con el resto destinado al equipo general de desarrollo.
Krafton justificó los despidos afirmando que los líderes originales abandonaron sus roles y se negaron a volver, incluso tras el fracaso de Moonbreaker. En un comunicado duro, dijeron que Cleveland eligió enfocarse en un proyecto de cine personal en lugar de salvar Subnautica 2.
Cleveland dice que “nunca abandonaría Subnautica”
En un nuevo y extenso mensaje publicado en Reddit, Charlie Cleveland confirmó que iniciaron una demanda contra Krafton. Aseguró que la acusación de querer quedarse con todo el bono es «totalmente falsa», y recordó que siempre compartieron ganancias con el equipo. También apuntó que demandar a una empresa multimillonaria no era algo que tuviera en su lista de deseos, pero que «esto necesita corregirse». “Subnautica ha sido la obra de mi vida y nunca la abandonaría voluntariamente”, afirmó.
Mientras tanto, la comunidad gamer está completamente dividida. En redes sociales, muchos jugadores piden boicotear Subnautica 2 y acusan a Krafton de «prácticas empresariales turbias». Otros, sin embargo, recuerdan que los exejecutivos no han negado directamente las acusaciones de Krafton.
Lo único cierto hasta ahora es que Subnautica 2 no llegará este año, y que su desarrollo está marcado por una crisis tremenda. La demanda legal promete exponer más detalles, pero por ahora, la secuela de este amado juego de supervivencia navega en aguas turbulentas.
Fuente: Rock Paper Shotgun
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