“El Papa Francisco, un amoroso pastor decidido a proteger a los niños”

En una entrevista con Vatican News, el arzobispo John Kennedy, quien fue jefe de la Sección Disciplinaria del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, recuerda al Papa Francisco como un pastor cariñoso, quien ofreció a los fieles católicos una clase magistral y, mediante la atención y preocupación del difunto Papa hacia todas las víctimas de abusos, quiso hacer todos los esfuerzos posibles para proteger a los niños y ofrecer justicia a los heridos.
Deborah Castellano Lubov – Ciudad del Vaticano
“El Papa Francisco quiso una Iglesia en donde el mensaje del Evangelio pudiera predicarse sin trabas y que las personas pudieran ser tratadas con amor, así como Dios las ama”.
De este modo se expresó el arzobispo John Kennedy, secretario de la Sección Disciplinaria del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en una entrevista con Vatican News tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril.
Él no dejó una carta de cosas por hacer. No dejó una lista. Pero con su propia vida, con sus propios gestos y palabras, dejó un modelo a seguir. Él nos ha dado una clase magistral, mostrándonos cómo podemos ser católicos practicantes y fieles cristianos en estos días”.
Nunca perdió ese toque de pastor
La gente me decía que estaban muy agradecidos por su legado, por su ejemplo, “como un ‘Papa increíblemente personal’ y como él intentó vivir su fe cada día, tanto en los pequeños como grandes gestos”.
“El Papa Francisco se esforzó por tener ese contacto personal con la gente porque en su corazón él era un pastor y nunca perdió ese toque”.
Diálogo y pasión para denunciar lo que no está bien
“Recuerdo esa sencillez en sus homilías y todas las homilías que dio mientras estaba en Santa Marta, las cuales fueron reseñadas en los periódicos. Pero, detrás de todo esto había coraje y pasión por el cambio y, realmente, quiso denunciar lo que no era correcto”.
“Al mismo tiempo”, destacó, “era acogedor con las personas con quienes no compartía la misma opinión, pero intentaba escucharles, dialogar y trabajar con ellas”.
El arzobispo Kennedy rememoró que “la palabra Francisco en francés antiguo significa ‘un hombre libre’ y, ciertamente, el Papa Francisco lo era, él sentía gran libertad para hacer los que consideraba que era lo mejor, a pesar de las restricciones de su oficio”
Acercamiento a las víctimas y lucha contra los abusos
El Papa Francisco, en cuanto a los escándalos de abusos, que golpearon a la Iglesia, dio mucha importancia al trabajo que estamos haciendo aquí en el Dicasterio, pero a su manera, sugirió que “ciertamente tendió la mano a las víctimas. Escribió a la Iglesia irlandesa, pero en realidad estaba escribiendo a toda la Iglesia”.
“Lo que el Papa Francisco estaba haciendo, en particular con el establecimiento de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores”, explicó el arzobispo Kennedy, “estaba mostrando que la prevención era tan importante en la vida de la Iglesia, así como la educación, la formación, que teníamos que tener los estándares más altos posibles”.
Protección de los niños y justicia para los heridos
Por lo tanto, al pedir a los dos Dicasterios que trabajen juntos, continuó, el difunto Papa “estaba mostrando que un enfoque de mano a mano es la única manera en que el, el trabajo de protección de los niños se puede hacer y garantizar la justicia a los que han sufrido”.
El Papa Francisco se reunió en numerosas ocasiones con las víctimas, recordó el jefe de la Sección Disciplinaria de la DDF. “Las personas que experimentaron su presencia y su oído atento, las personas que escucharon sus disculpas se sintieron profundamente conmovidas por lo que dijo.”
“Él construyó sobre el legado, que fue iniciado por primera vez por el Papa San Juan Pablo II, dándonos nuestro motu proprio Sacramentorum Sanctitatis Tutela en 2001. Luego, en 2010, fue renovado, y luego el Papa Francisco lo renovó de nuevo en febrero del 2021”.
Combatir los abusos es tarea de toda la Iglesia
“Lo que estaba diciendo esencialmente es que combatir los abusos es trabajo de toda la Iglesia”, comentó, al observar que este impulso dio lugar a muchas iniciativas a nivel local con el establecimiento de Comisiones para la Protección de Menores a nivel diocesano e incluso parroquial.
En este contexto, añadió que el Papa Francisco ciertamente “reconoció la herida y el dolor” y “llevó el dolor a su propio corazón, habiendo pedido perdón tantas veces por los abusos en la Iglesia”.
El funcionario del DDF observó que “era algo que realmente le perturbaba. Sabía que todos estos escándalos de abusos ycualquier cosa que vaya mal, ya sea abuso de poder, abuso de autoridad o abuso de menores, es un obstáculo para la predicación del Evangelio”.
Recibido en casa de su Padre
Durante la conversación, el arzobispo también reflexionó sobre la pérdida del Santo Padre el Lunes de Pascua.
“Fue, por supuesto”, expresó, “como para mucha gente, una enorme sorpresa ver que el Papa Francisco había estado en la Plaza de San Pedro bendiciendo a la gente el Domingo de Pascua, y que, al día siguiente, literalmente, había cogido los frutos de la Resurrección y había sido acogido en casa, en la casa del Padre. Sentí cuando murió un momento de conmoción porque, por supuesto, no me lo esperaba, pero eso dio paso muy pronto a un sentimiento de profunda gratitud y aprecio, y me llevó a reflexionar sobre cuál ha sido el legado que nos ha dejado en los últimos doce años”.
Aunque, dijo, no era la primera vez que vivía el funeral de un Papa, ya que estuvo presente en el fallecimiento de los tres últimos Papas, se maravilló de que “cada uno de ellos, a su manera, aportó algo muy nuevo y refrescante a la Iglesia” […] “pero viendo el alcance de Francisco, que fue bastante único y bastante personal, había un sentimiento muy fuerte de gratitud en tanta gente uniéndose, principalmente, para dar las gracias y rezar”.
Confía en Dios y déjate guiar por Él
Monseñor Kennedy recordó por último que la mañana en que los funcionarios del DDF volvieron al trabajo, después de las vacaciones de Pascua, habló con uno de los franciscanos de la Orden de Frailes Menores con los que trabaja.
“Como el fundador de este sacerdote era San Francisco y como estábamos hablando del Papa Francisco, se compartió la historia de cuando el mismo San Francisco estaba muriendo, que creo que dijo a sus frailes que había corrido la carrera y terminado el recorrido; citando las bellísimas palabras de San Pablo, que todo su trabajo estaba hecho y que literalmente no dejaba ningún proyecto a los frailes”.
El arzobispo recordó que no les había dejado detalles concretos para que continuaran en los años venideros, sino que básicamente les dijo: “yo he hecho mi trabajo. Ahora les toca a ustedes. Yo lo he completado todo, y ustedes deben confiar en Dios y dejar que Dios les guíe mientras avanzan”. Esto, observó, “se parece a lo que hemos visto con el Papa Francisco”.