La caridad del Papa para Ucrania: alimentos llegan a Járkiv

Desde la Basílica de Santa Sofía en Roma partieron, a través de la Limosnería Apostólica, paquetes de comida para los habitantes del pueblo de Staryi Saltiv y la ciudad de Shevchenkove, golpeados por los bombardeos rusos. Ya en junio se habían enviado camiones con ayuda al país herido por la guerra. Cardenal Krajewski: “La caridad no se toma vacaciones. El Santo Padre nos pidió actuar lo más rápido posible”.
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
En verano disminuye el ritmo de muchas actividades, pero no el de la caridad. El descanso veraniego del Papa León XIV en Castel Gandolfo no se aplica a las iniciativas solidarias que buscan aliviar el sufrimiento de los pueblos que la guerra –como él mismo dijo el domingo pasado en una misa en la parroquia de San Tomás de Villanueva– “mata sus sueños y sus vidas”.
A través de la Limosnería Apostólica, el Dicasterio para el Servicio de la Caridad, el Pontífice ha enviado paquetes de alimentos a zonas afectadas por los recientes y masivos ataques rusos con misiles y drones en la región de Járkiv, al este de Ucrania.
“El Santo Padre nos pidió que lo hiciéramos cuanto antes”, explicó el cardenal Konrad Krajewski, Limosnero de Su Santidad, en declaraciones a los medios vaticanos. “¡La caridad no se toma vacaciones, nunca!”, subrayó con fuerza.
En los últimos días, camiones cargados de alimentos no perecederos –como conservas, aceite, pasta, carne, pescado y atún– partieron desde la Basílica de Santa Sofía en Roma, convertida desde 2022 en un epicentro de solidaridad con Ucrania. Junto con estos víveres, se enviaron también artículos de primera necesidad.
El cargamento tenía como destino el pueblo de Staryi Saltiv y la ciudad de Shevchenkove, ambos en la provincia de Járkiv, una de las más golpeadas por la guerra.
La ayuda fue provista por el Sacro Militar Orden Constantiniano de San Jorge, una organización que promueve obras espirituales, culturales y caritativas inspiradas en los valores cristianos. Además de los alimentos, el organismo facilitó palets para facilitar el transporte y entrega directa de la ayuda.
Esta misión sigue a la realizada en junio, cuando desde el mismo lugar se enviaron cargamentos con colchones, alimentos y juguetes para niños.
Entrega directa, sin intermediarios
Los paquetes fueron entregados directamente en las casas de las familias afectadas por los bombardeos, sin pasar por organizaciones intermedias. Desde la basílica hasta los hogares: un trayecto directo, personal y humano.
En las cajas blancas podía leerse el mensaje en ucraniano e italiano: “Don de Papa León XIV para la población de Járkiv”.
Las imágenes compartidas por el cardenal Krajewski reflejan la emoción de quienes recibieron esta ayuda. Para muchos, el gesto significa algo más que alimentos: es una señal concreta de que el Papa León XIV, al igual que lo hizo antes el Papa Francisco, no olvida su sufrimiento.