
Santa Marta: Un Viaje a Través de la Historia de la Ciudad Más Antigua de Colombia
La brisa marina acaricia el rostro mientras caminamos por las calles de Santa Marta, una ciudad que respira historia en cada esquina. Fundada en 1525 por Rodrigo de Bastidas, esta joya caribeña no solo se erige como el destino turístico predilecto de muchos, sino también como un monumento viviente del inicio de la colonización española en Colombia.
La trascendencia de Santa Marta radica en su primacía. Fue la primera posesión material y permanente de la Corona española en lo que hoy conocemos como territorio colombiano, un enclave que se mantuvo durante casi tres siglos, hasta que las llamas de la independencia consumieron el poder colonial. A diferencia de los efímeros asentamientos de San Sebastián de Urabá y Santa María la Antigua del Darién, Santa Marta resistió el paso del tiempo, convirtiéndose en la ciudad más antigua de Colombia que aún perdura.
Un Nuevo Rumbo hacia las Indias:
En 1501, Rodrigo de Bastidas, motivado por la sed de exploración, zarpó desde Cádiz con el firme propósito de encontrar nuevas rutas hacia las Indias Occidentales. Dos meses después, avistó el Cabo de la Vela, un punto ya conocido por Alonso de Ojeda. Sin embargo, la aventura de Bastidas lo llevó más allá, explorando una franja costera desconocida hasta entonces por los europeos, hasta alcanzar la bahía de Citurma o Saturma, donde hoy se alza majestuosa Santa Marta.
La imponente Sierra Nevada, con su belleza y promesas de riqueza, cautivó a Bastidas. Decidió entonces dejar a su teniente Juan de Buenaventura para que aprendiera los dialectos indígenas, mientras él continuaba su expedición.
Entre el Trueque y el Naufragio:
Bastidas siguió su viaje hasta la desembocadura del gran río Magdalena, nombrándolo así en honor a la santa. Atravesó el Golfo de Urabá, recorriendo las costas del Darién hasta el Istmo de Panamá. Durante este periplo, estableció relaciones comerciales pacíficas con las comunidades indígenas. Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada. Al regresar a Santo Domingo, su nave naufragó, perdiendo todas las ganancias obtenidas. Regresó a España en 1502.
El Mandato Real y la Fundación de la Ciudad:
Tras otras expediciones menores, Bastidas regresó a la costa colombiana 25 años después. La Corona Española, consciente de la importancia de afianzar su dominio, valoró la experiencia de Bastidas y aceptó su propuesta de poblar la provincia y el puerto de Santa Marta. El 6 de noviembre de 1524, el rey Carlos I de España le otorgó la Capitulación, autorizándolo a fundar una ciudad con al menos 50 vecinos, quince de ellos casados. La Capitulación también exigía el fomento de la agricultura y la ganadería, con la importación de ganado desde la península.
Además de exenciones fiscales, la Capitulación permitía el sometimiento de los pueblos indígenas y ordenaba la construcción de una fortaleza para protegerse de los ataques de los caribes, considerados enemigos temibles.
El Nacimiento de Santa Marta:
El 29 de julio de 1525, Bastidas desembarcó en la ensenada de Gaira y fundó oficialmente Santa Marta. Inicialmente, estableció relaciones amistosas con los caciques de las tribus gairas, tagangas y dorsinos. Sin embargo, pronto entró en conflicto con los bondas, a quienes derrotó rápidamente.
Una Ciudad que Nació Entre Cenizas:
La fundación de Santa Marta se dio en un contexto marcado por la violencia y la ambición. El área, cubierta por un monte espeso, tuvo que ser despejada para dar paso a las primeras construcciones. Alrededor de veinte viviendas rudimentarias, hechas con troncos y techadas con palma de cocoteros, sirvieron de refugio para los aproximadamente cincuenta hombres de la expedición.
Para garantizar la subsistencia, se cultivaron productos básicos y se importaron cerdos y gallinas desde La Española. Bastidas también ordenó la construcción de la primera iglesia: Nuestra Señora de la Merced.
Un Siglo de Pruebas y Tribulaciones:
Durante los primeros cincuenta años, Santa Marta no logró consolidarse como un asentamiento estable. Su carácter de punto de tránsito constante la convirtió en un foco de enfermedades, hacinamiento y hambruna. En 1529, bajo el mandato del gobernador García de Lerma, se construyó el primer hospital y la Casa de Vuestra Majestad, destinada a proteger a los ciudadanos de los ataques indígenas.
El desarrollo urbano de Santa Marta durante el siglo XVI fue lento y doloroso, debido a la fragilidad de los materiales de construcción frente a los ataques indígenas y las incursiones piratas. La ciudad fue incendiada en varias ocasiones, obligándola a resurgir de las cenizas.
La Resistencia Indígena y la Conquista Tairona:
Los taironas, una de las tribus más avanzadas de América, lucharon por la defensa de su cultura y su territorio durante un siglo. Su resistencia llegó a su fin cuando el gobernador Juan Guiral Velón derrotó a los guerreros de varios pueblos, condenando a muerte a más de setenta caciques.
Después de la derrota tairona, los españoles concentraron su actividad colonizadora en las zonas bajas y costeras, estableciendo haciendas y nuevos asentamientos.
Ataques Piratas y la Construcción de Fortificaciones:
Los indígenas chimila y wayuu continuaron sus incursiones durante los siglos XVII y XVIII. En 1655, la ciudad fue devastada por el inglés Guillermo Goodson y Juan Cuchillo. Entre 1655 y 1692, Santa Marta fue atacada y quemada en diecinueve ocasiones por piratas, lo que motivó la construcción de seis fuertes y dos veladeros para protegerla.
Santa Marta en el Siglo XIX: De Ruinas a Puerto Importador:
En los primeros años del siglo XVIII, Inglaterra intensificó su ofensiva para debilitar el poderío español, y Santa Marta fue nuevamente blanco de ataques. A pesar de las dificultades, la ciudad logró levantarse.
En el siglo XIX, Santa Marta se convirtió en el principal puerto importador de la Nueva Granada, y el auge del banano transformó la economía de la región. Sin embargo, este auge también trajo consigo un trágico episodio: la masacre de trabajadores bananeros en Ciénaga en 1928.
Santa Marta Hoy: Un Destino Turístico por Excelencia:
En el siglo XX, Santa Marta dio inicio al desarrollo del turismo, consolidándose como uno de los principales destinos turísticos de Colombia. Hoy, la ciudad invita a descubrir su rica historia, disfrutar de sus hermosas playas y maravillarse con la majestuosidad de la Sierra Nevada, un legado que perdura a través del tiempo.