La comunidad de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) vivió la celebración de Cuasimodo 2025 llevando la Eucaristía a enfermos y personas mayores en Macul. Esta tradición, con profundas raíces rurales en Chile, refuerza los lazos entre espiritualidad y compromiso social, promoviendo valores de solidaridad y fe en la comunidad universitaria.
Sor Elaine Castro Matheuz – Ciudad del Vaticano
Por segundo año consecutivo, la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), a través de colaboración entre la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales, la Escuela de Medicina Veterinaria y la Pastoral UC, llevó a cabo la celebración del Cuasimodo 2025. La actividad congregó a cerca de 40 cuasimodistas personas que acompañan al sacerdote en el traslado de la Eucaristía y a más de 200 miembros de la comunidad universitaria, en una manifestación de fe y solidaridad que rescata una tradición autóctona con profundas raíces en el campo chileno, tal como lo ha publicado los medios de comunicación de la UC.
La tradición: raíces y significado
Este recorrido, originado en el siglo XIX en zonas rurales del centro de Chile, es único en el mundo. Los cuasimodistas, vestidos con esclavinas y pañuelos, acompañan al sacerdote a caballo o en procesión, portando la Eucaristía para quienes no pueden participar en la misa dominical. La expresión en latín “Quasi modo géniti infantes” (“como niños recién nacidos”) refleja la renovación espiritual que simboliza esta festividad.
Una experiencia llena de esperanza y solidaridad
Entre los participantes, destacaron las historias emotivas, como la de Inés Vera, de la población Vicuña Mackenna Sur, quien expresó su felicidad por haber recibido a Jesús en su hogar después de años sin poder acudir a la iglesia debido a problemas de movilidad. “Estoy feliz, porque Dios estuvo aquí,” comentó, resaltando la importancia de la celebración para quienes no pueden salir de sus casas.
El capellán mayor UC, Pbro. Jorge Merino, explicó que esta festividad recuerda la centralidad de la Eucaristía: “Nos ayuda a tener una sensibilidad especial por los hermanos que están solos en sus hogares, especialmente en este año jubilar en que reflexionamos sobre la virtud teologal de la esperanza.”
Una celebración que trasciende lo académico y une a la comunidad
Para la universidad, el Cuasimodo es mucho más que una tradición, es un recordatorio vivo de la importancia de la fe en la vida cotidiana y del compromiso social. Samuel Contreras, decano suplente de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales, expresa: “para la facultad, es un acto muy emotivo, que encarna una tradición que nació desde los mismos estudiantes en un contexto rural y que hoy sigue vivo en nuestra comunidad universitaria. Ver cómo estudiantes, docentes y profesionales de la medicina veterinaria se unen en esta celebración demuestra que, más allá de lo académico, valorizamos la entrega y el servicio.”
Por su parte, Max Schneider, coordinador de la Pastoral UC, compartió la alegría de participar y cómo esta iniciativa se enmarca en el llamado a la iglesia en salida: “este año, marcado por el legado del Papa Francisco y su llamado a una iglesia en salida, nos invita a salir y llevar lo más importante para la Iglesia que es el Cuerpo de Cristo a la gente que no puede seguirlo”. La celebración del Cuasimodo transmite ese espíritu de esperanza y entrega desinteresada, “recordándonos que, en el año jubilar, nuestra misión como comunidad universitaria debe ser vivir con mayor sensibilidad y compromiso social. La alegría de participar refleja la fuerza de estos valores en nuestra comunidad,” afirmó.
Un legado vivo que perdura en la comunidad universitaria
La celebración también contó con el apoyo de estudiantes y académicos de la Escuela de Medicina Veterinaria, quienes colaboraron en la preparación de caballos y en la logística del recorrido. Este acto reafirma el compromiso de la universidad con sus raíces rurales y su misión de servir a la comunidad, llevando la Eucaristía a quienes más lo necesitan.